Alma, corazón y vida. Sólo esas tres cositas yo te doy. Alma para conquistarte, cada día, cada hora, con mis palabras, con mis gestos, con mis silencios, con mis riñas y mis sonrisas, con mis felicitaciones y mis reproches. Alma para contagiarte, para generarte, para compartir, alma para sembrar esa curiosidad tan necesaria, que crea ilusión, esfuerzo y satisfacción por el trabajo bien hecho. Alma para superarme, para superarte, alma para superar cualquier adversidad, cualquier tiempo, cualquier situación, cualquier espacio y lugar, cualquier riesgo y realidad, alma para evaluar aunque a veces duela, para corregir si es necesario, alma de vocación para conquistarte y para que conquistes.

Corazón, para quererte, para reír contigo, para llorar contigo. Corazón para escuchar, para comprender, para acompañar, para entender. Corazón para curar, para abrazar, corazón para enseñar, para aprender. Corazón para seguir, además de las adversidades, de los cambios, los olvidos y de las desazones, corazón sordo a veces que duele pero que perdona. Corazón para quererte.

Y vida, no sólo para vivirla junto a ti, en apenas pocos años, pero vida para poder darte una vida. Una vida con alma y corazón, una vida donde explores todas tus capacidades y explotes todos tus potenciales. Una vida por andar con la mirada de atrás, con las enseñanzas del ayer, con la preparación para el mañana. Vida para poder vivirla juntos.

Alma corazón y vida, sólo esas tres cositas nos habéis dado este curso que acaba, porque si hicimos los centros seguros fue por vosotros, porque si dimos horarios sin horario fue por vosotros, porque si tuvimos que multiplicarnos y aprender a marchar forzadas o perfeccionar metodologías virtuales fue por vosotros.

Porque no sólo habéis sido siempre nuestra alma corazón y vida, porque concretamente este curso tanto alumnos como familias habéis demostrado que también nosotros lo somos para ustedes.

En este final de curso, el curso más difícil, enhorabuena a todos los alumnos, las familias y docentes. Gracias por un curso inolvidable, gracias por en el peor de los momentos haber dado alma a nuestro sistema educativo, corazón a nuestros centros, y en definitiva darnos y daros la vida.

*Maestro