Resulta grato balancearse en una piscina turquesa o en la playa si no hay levante y sentarse en la orillita acariciada por la brisa. Grata es una cerveza helada o un rebujito. Contemplar a los peques, sus bracetes y piernas gordezuelas entre la espuma jugando con la arena sin el repelús de la edad. Y más y más delicias del instante. Se cuentan por millones los momentos gratos en las vidas de cada cual pero,tras estos infernales meses de pandemia, seducen más que nunca los placeres frágiles del verano. Ingrato en cambio es un calor de 37 grados, el atasco al volver, el aire hirviente de un incendio próximo, sufrir por los que están en carretera, la muerte de un joven de 30 años de Covid, la vuelta de la peste a las residencias.

Vivir ya proporciona legión de cosas ingratas como para no disfrutar las gratas hasta el último segundo, aumentar la mala sangre y, lo peor de lo peor, incluir a las personas en esa categoría. Cosificar a los seres humanos como un mal fario, una peste, un virus infeccioso. Convertirlas en objetivo del odio general por los dedos acusadores de todos los ansiosos por tirar la primera piedra. Repudiarlos en nombre de quienes se creen justos, limpios de sangre, blancos, con todos los apellidos en orden, el summun de la democracia, de las buenas prácticas.

EEUU y Alemania declaran no grata a España para el turismo, lo mismo que Mark Rute acostumbra a hacer con nuestro país por motivos económicos. El gobierno de Extremadura ha declarado no grato a Plácido Domingo por unas acusaciones que no han sido probadas. En Pontevedra sus rivales declararon a Rajoy lo mismo, con el agravante doloroso de que se trataba de su tierra natal. El Rey es repudiado en todos esos ayuntamientos catalanes rebosantes de odio. Y ahora Abascal, líder del partido más votado en Ceuta, es no grato porque sus palabras escuecen. Exclusión impotente sin argumentos. Me da lo mismo que sea Abascal que el Tato.

Justos con la piel muy fina que, en lugar de buscar la unidad para luchar contra lo que nos está matando, desgarran, humillan, separan y mienten.

*Profesora