Aquello que los científicos habían encontrado en la excavación tras las paredes hacía indicar que era un guerrero, las armas que se encontraban a su alrededor lo demostraban. Un resultado de ADN revelaba que se trataba de una guerrera. Ahora ya podemos hablar de La princesa guerrera de Tingambato. Conocíamos este hallazgo mientras retenía en mis retinas los movimientos de una guerrera absoluta llamada Adriana Cerezo, medalla de plata de taekwondo. Su lección de ganar y perder, su fuerza, su liderazgo, su preparación, su sonrisa, su mensaje a todas y todos quienes esperábamos sus primeras palabras, su ejemplo y lección trascendían a lo que esperamos los ávidos espectadores de los Juegos Olímpicos. Pero ella no está sola, hay un ejército repleto de guerreras de todas partes del mundo en estos juegos y están dispuestas a evidenciarlo. Lecciones y luchas que visualizan y combaten no solo la sexualización en las vestimentas que incrementa la desigualdad sino, además, en problemas sociales que profundizan y penetran en la sociedad. El debate surgido ante la actuación y declaraciones de Simone Biles lo prueban. Sabemos el importante valor que adquiere el deporte en el aprendizaje de la vida, sabemos que sus virtudes convierten la humildad, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la constancia en un hábito, sabemos que saber ganar y perder es un triunfo absoluto. Estos Juegos Olímpicos llevan el nombre de mujer y por sus obras lo conoceréis. 

"Hay un ejército repleto de guerreras en estos juegos y están dispuestas a evidenciarlo"

Y es que esos nombres, sus obras, no son caprichos, no son excentricidades, son resultado de carreras de preparación y renuncia. Esta semana la Administración Federal de Aviación de EE UU lo hacía más palpable endureciendo los requisitos para ganar las alas que distinguen a los exploradores espaciales y deja fuera a los turistas millonarios. Un astronauta es mucho más y sí, hay mucho que no se puede comprar. La distinciones responden. En este sentido me gustaría desde estas líneas dar mi más sincera enhorabuena a todas y todos los galardonados con la Medalla de Extremadurade este año: Josefa Gómez, Colegio San Antonio de Padua de Cáceres, IES Zurbarán de Badajoz, José María Fernández de Vega y Kini Carrasco. Sois un ejemplo de dedicación, entrega y sacrificio, representáis lo mejor de nuestra tierra.

Esta semana, también, analizábamos la Encuesta de Población Activa que refleja 30.000 ocupados más y la bajada del paro en más de 11.000 personas en Extremadura. Hoy hay una tasa de paro 10 puntos inferior a la que dejó el Partido Popular cuando gobernó en esta tierra.

En Tingambato, por sus obras, pruebas, lo conoceréis.

*Filóloga y diputada del PSOE