«El ayuntamiento estudia trasladar la subinspección de la policía local de San Roque al local del COC» (La Crónica de Badajoz, 09/09/21). No puedo dar crédito a semejante estropicio. De ser cierta la noticia y cumplirse como tal el ayuntamiento de Badajoz habrá atestado un golpe nefasto a la cultura sustituyendo un espacio que desde hace años venía dando cobijo a buena parte de las opciones culturales del barrio de San Roque -incluso más allá del mismo-, por algo tan aséptico como una comisaría de policía. 

Claro que es necesaria entre una población de más 20.000 habitantes la presencia de la autoridad policial pero lo que no puede resultar de recibo es que su centro de trabajo vaya a suplantar un lugar donde se desarrollaban numerosas actividades de índole cultural y formativas. Clases de teatro, de baile, exposiciones, conferencias, coloquios y que además había sido sede de la Filmoteca y el Cine Club, como era el caso del COC en la avenida Ricardo Carapeto, la arteria principal de la barriada y una de las más importantes de la ciudad. 

Cerrado a instancias del propio ayuntamiento desde mayo de 2019, todos sospechábamos que el resultado de dicha operación iba a ser incierto. La pandemia ha puesto todavía más en un brete su reapertura, pero lo que no podía imaginarse es semejante desatino. Por eso, cabría esperar un mínimo de cordura por parte de quien corresponda para frenar tan desafiante delirio.

*J. Felipe Pozueco Fernández - Badajoz