No sabemos qué tendremos los funcionarios y empleados públicos, especialmente los funcionarios, que siempre nos toca perder y no recuperar. A lo máximo que hemos llegado es a no perder tanto, limosnas envueltas en papel de regalo, vendidos como logros políticos y sindicales que principalmente buscaban el logro político y sindical y no el real, el famoso poder adquisitivo, el que entra y no sale de nuestros bolsillos, pero por desgracia, vendido como todo un éxito para aquellos que ostentan el título de más representativos unos y mayoría parlamentaria otros. Pues disculpen pero no. 

Y no, es, porque no es verdad. Ni Gobierno, éste y cualquier anterior, ni acuerdos, ni prebendas en época electoral de unos y de otros, sólo hipocresía y connivencia. Promesas preelectorales que seguramente alivien en algo nuestra situación pero al fin y al cabo caramelos para niños, porque así nos consideran, niños que esperan ansiosos la paga semanal o mensual a merced de lo que sus progenitores, en este caso tutores legales, o laborales, decidan.

Los funcionarios desde el 2010 hemos perdido más de un 20 por ciento de poder adquisitivo, pero cerca de un 35% desde 1994, el primer recorte, eso sin contar por ejemplo, que alguna comunidad como Extremadura ilegalmente, a mi juicio, y recurrido, nos haya privado de un año de subida del 2%, el anterior, por la cara, como quién dice. Pero no es la primera vez, la historia de la pérdida del poder adquisitivo de los funcionarios se remonta a 1994 con el PSOE, e incluso en esa ocasión se prometió compensar la pérdida del poder adquisitivo respecto al IPC, pero no se hizo, no se daban las circunstancias, sin embargo se decidió llevar a cabo de nuevo una congelación salarial en 1997, gobernaba el PP, pero no acabo ahí, en mayo de 2010 vuelta al gobierno socialista que había prometido lo contrario, se anunciaba una rebaja de entere el 5% y el 10%, gobernaba zapatero y esa sí sigue siendo gravosa, especialmente más para los funcionarios que para los empleados. Tampoco crean que la película acaba, ahí, en años posteriores se volvieron a congelar nuestros sueldos sucesivamente.

Para resumir, que no quiero aburrirlos con cifras y letras, este año nuestra subida es de un 0.9%, pero el IPC pata el Gobierno, es de un 2%, para el Banco de España un 2,4% y para algunos fuentes independientes del 3,2%.

 Pero no se preocupen, como cada cuatro años, en vísperas electorales, recibirán su caramelo., un 2%, pactado para 2022, insuficiente, pero caramelo tornado en calmante y beneplácito de centrales sindicales digamos, no beligerantes. No nos podemos quejar sin embargo, públicamente nos han dado dos palmaditas en la espalda. Pues permítanme, yo sí sé dónde darles la palmaditas y colgarles las medallas.

*Presidente del ANPE en Cáceres