Un golpe en la mesa; un ¡basta ya!, hasta aquí hemos llegado. Eso es la enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos de la Junta de Extremadura para 2022. Es, en resumen, un rechazo a las políticas de izquierda que están arruinando a Extremadura, que no han sido capaces de sacarnos del «vagón de cola» de la economía y nos han puesto a la cabeza del paro, de la pobreza y de la falta de tejido empresarial.

Para plantarse ante el modelo socialista, se han unido Partido Popular y Ciudadanos. Por primera vez en Extremadura se ponen de acuerdo dos partidos políticos para denunciar -en una enmienda de totalidad conjunta- que las cuentas que propone el gobierno de Fernández Vara vuelven a ser, un año más, las cuentas de la lechera.

"Hay datos muy claros, como que somos la segunda región de España que más se endeuda"

Juzguen ustedes: el presupuesto de 2022 se diseña con la previsión de que Extremadura va a tener un crecimiento económico superior a España, e incluso más que Alemania, y que viene a nuestra región una gran cantidad de fondos europeos, incluido del próximo programa operativo, a pesar de que la Unión Europea no ha cerrado aún ninguna cifra. Este crecimiento fantasma no es nuevo. El año pasado y el anterior la Junta hizo exactamente lo mismo: prever que Extremadura crecería muy por encima de lo que realmente creció.

Comprender las cuentas de una región es tarea ardua, pero hay datos muy claros, como por ejemplo que somos la segunda región de España que más se endeudó en el último año. 

Para 2022, seguimos la misma senda; la Junta nos aumentará la «hipoteca», que supone la deuda para los extremeños, en 421 millones de euros. ¡Si al menos se vieran los resultados…!, pero no: el día a día de los extremeños no mejora. 

Seguimos con la mayor tasa de pobreza y exclusión social de España, por más que la Junta presuma de presupuestos históricos cada vez que los presentan.

No son unos presupuestos para cambiar el modelo productivo, no es la llave para la recuperación y la resiliencia tras la crisis sanitaria. ¿Por qué? Por muchas razones, entre ellas porque no revierten los recortes sanitarios que se hicieron durante la pandemia y que todavía perduran; porque no contempla un apoyo fuerte a cambiar la situación del paro, especialmente el juvenil y el de la mujer, en los que somos campeones; porque no apuestan por la lucha contra la despoblación que sufre Extremadura y porque no traen consigo una bajada de impuestos, algo vital para que las familias y las empresas puedan sobrevivir a la situación de asfixia que está originando la subida de la luz, de los carburantes y de los impuestos.

En definitiva, son unos presupuestos para mantener el status quo y seguir haciendo lo mismo con el modelo socialista, sin bajada de impuestos y sin solventar los problemas de Extremadura. Estas cuentas, por lo tanto, no merecen otra cosa que enmendarlas en su totalidad y, esta vez, somos más los que pensamos así.