El pasado fin de semana el PSOE de Extremadura ha realizado su 13 Congreso Regional del PSOE. En este cónclave, además de elegir a su nueva Ejecutiva, reafirmar sus principios, diferenciar entre ideas e ideología…., ha encaminado sus pasos para transitar hacia la confirmación de la confianza de los extremeños en el trabajo que viene desarrollando durante muchos años. Porque como se dijo en más de una ocasión: la Historia de Extremadura es la Historia del PSOE.

Y por lo que al autor de estas líneas le afecta, enormemente satisfecho, dado que la Memoria Democrática, una labor que iniciamos en el PSOE extremeño hace ya varias legislaturas, se sigue situando como uno de los baluartes que nos rearma de fuerza y de pasión. A ello contribuye, sin duda, el excelente trabajo del equipo que me ha rodeado.

Pasión por los demás. Pasión no sólo por recuperar otras vidas, otras vivencias, otras experiencias… si no también por proyectar ese caudal en el presente y el futuro que nos acontece.

Para los próximos años seguiremos muy interesados por los temas y asuntos que tradicionalmente nos ocupan y preocupan, como son: la relación con las familias víctimas del franquismo, la colaboración con las instituciones en las políticas públicas de recuperación de restos de los represaliados, el fomento de la investigación y celebración de actos y Jornadas de contenido histórico y reivindicativo, el conocimiento del exilio… Del mismo modo, ahora que todavía viven, debemos homenajear a nuestros militantes más veteranos. Tenemos también que valorar el enorme mérito que suponen las Casas del Pueblo que se han mantenido muchas durante un largo periodo. Algunas ya centenarias.

Pero además queremos prestarle especial atención a la profundización en el estudio del papel desempeñado por los extremeños en la Transición y singularmente por las mujeres, que desempeñaron una labor muy desconocida como concejalas, alcaldesas o primeras diputadas en aquel periodo de nuestra historia reciente. Finalmente estamos empeñados en unir a la Memoria Democrática nuestro pasado más sangriento. Nuestros antecedentes más tristes. El horror que supuso el terrorismo que causó muchas pérdidas humanas entre nuestros paisanos. Entendemos que una de las vías para superar este tipo de conflictos que deterioran, que rompen gravemente nuestra convivencia, es la educación. Tenemos que saber qué pasó. Tenemos que cuestionar el por qué y tenemos que seguir condenando unos hechos que, en este caso, no tienen matices: fueron una sinrazón.

 *Historiador y diputado del PSOE