Comprar un automóvil en 2022 es la cosa más sencilla del mundo. Si uno tiene medios económicos para acometer la inversión, solo hará falta que se decante por el coche que mejor se ajuste a sus necesidades. 

Una vez aclarado si necesita un turismo, un monovolumen, una ranchera, un todoterreno, una furgoneta, un deportivo, una berlina, etc., deberá elegir si el que pasará a formar parte de su vida durante los próximos años será eléctrico, híbrido, híbrido enchufable, de diésel, de gasolina o de gas, que a su vez está disponible en dos submodelos: GLP (Gas licuado de Petróleo en estado líquido) y GNP (Gas Natural Comprimido en estado gaseoso). 

Todo esto es importante, porque el tráfico se ha visto restringido mucho en los núcleos urbanos de las grandes ciudades, y nos interesa conocer qué distintivo medioambiental recibirá nuestra nueva criatura, que puede ser, según el grado de contaminación, de cuatro clases: 0, ECO, C y B. 

Y ahora una gran decisión de tipo económica: ¿comprar el coche? ¿Leasing? ¿Renting? En caso de compra, que viene siendo el modelo tradicional, podrá hacerlo al contado o bien financiado (en 12, 24, 36, 48 meses…). Y ya puestos, el cliente podrá aceptar el seguro a todo riesgo que le ofrecerá el concesionario o bien buscar otro por su cuenta. Respecto a la caja de cambio, ¿elegimos el sistema automático o seguimos con las marchas manuales? ¿Y aceptamos el color de base o bien pagamos cientos de euros por otro color? ¿Con 5 plazas o con 7? ¿Una gama baja o alta en cuanto a prestaciones?

Con todos estos datos ya procesados, solo será necesario elegir entre las decenas de marcas que hay en el mercado. Todas ellas tienen un denominador común (o al menos eso dicen): ofrecen la mejor calidad al mejor precio…

Comprar un coche en 2022 es fácil, siempre y cuando a uno no le importe volverse loco en este laberinto de opciones propias del primer mundo.

*Escritor