El Periódico Extremadura

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Daniel Salgado

Es decir

Daniel Salgado

Aprobada pasado mañana

Escrito está que el problema de Sánchez con el socialismo de Felipe González es que tuvo que enfrentarse a él

No es novedad que el apoyo de Bildu a la ley de memoria es a cambio de lo que obtiene, a saber, la condena de los crímenes contra ETA, entendiendo por ETA la lucha del pueblo vasco contra el franquismo, el cual se extiende hasta 1983, según Bildu. Ni es novedad que el Gobierno ha transigido con Bildu únicamente por la negativa de ERC, es decir, porque la ley debe aprobarse y, entre derogar la ley de amnistía de 1977 (requerimiento de ERC) y prolongar el franquismo cinco años después de aprobada la Constitución (condición de Bildu), el Gobierno ha decidido que cinco años más no son nada, cinco años más de franquismo, cuando cabe la posibilidad, además, de que no fueran impecablemente democráticos, si los GAL. Así que tampoco puede ser novedad que a Pedro Sánchez, hoy presidente del Gobierno y secretario general del partido, no le disguste esa continuación del franquismo hasta el socialismo de Felipe González, si se entiende que es el socialismo de toda la vida, o sea, desde 1982.

La razón es que Sánchez tuvo que enfrentarse a ese socialismo para ser secretario general. Ciertamente, el socialismo en España irá siempre asociado a Felipe González, bien porque fuera el primero, bien porque el partido enseguida lo canonizara (el felipismo). Su sucesor en el Gobierno, de hecho, Rodríguez Zapatero, gobernó según el modelo González, como lo hacen aún algunos presidentes autonómicos, piénsese en García-Page o en Vara, por ejemplo. A propósito de Zapatero y de ley de memoria, por cierto: ¿por qué el cambio en la denominación (pasa de «memoria histórica» a «memoria democrática») si es la misma memoria, la misma ley, es decir, el mismo reconocimiento y la misma reparación de las víctimas de la guerra civil y la dictadura franquista, con la única novedad del añadido de Bildu? La respuesta (ocurrencia, mejor) es que «memoria histórica» pertenece a la ley deZapatero, un heredero más del socialismo felipista, de larga herencia. Claro que habría que preguntarse, tras la ocurrencia, si Sánchez estaría dispuesto a tanto con tal de romper con el socialismo anterior a él.

Escrito está que el problema de Sánchez con el socialismo de Felipe González es que tuvo que enfrentarse a él, a Ferraz, al partido, para ser secretario general. No habría llegado a presidente del Gobierno, si no. Y si hubo un socialismo que no quiso a Sánchez, ¿por qué Sánchez no habría de resarcirse? ¿Por qué no juzgar también ese socialismo anterior a él, ahora que la ley de memoria puede hacerlo? Desde luego, nada mejor para el ostracismo y el olvido que una condena. Aunque basta con la estigmatización.

*Funcionario

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