Cuando un producto es bueno, es bueno. No quiere decir que se venda solo, pero ya tiene andado gran parte del camino. Es lo que sucede con el fraile capuchino que predice el tiempo creado en 1894 por el empresario catalán Agapito Borràs. Sí, el mismo de los Juegos Borrás. Este higrómetro de bolsillo ha estado presente –y lo sigue estando- en miles de hogares de nuestro país. Lo recuerdo como paisaje habitual de pensiones y hoteles de carretera. Las ideas sencillas son las que triunfan. Esta estación meteorológica andante semeja un fraile capuchino que con una varita señala letreros con la predicción meteorológica: ventoso, frío, lluvioso… Efectivamente son muy simples, pero útiles. El fraile llevaba una capucha que se ponía automáticamente cuando llovía. El mecanismo era simple. En el interior del cartón donde estaba el fraile había un muelle de un material al que le afectaban los cambios de humedad, que era el alma de esas predicciones de aquel rudimentario y primitivo hombre del tiempo.
Ahora Enric Borràs, bisnieto del creador del ‘Fraile del Tiempo’ ha decidido darle un lavado de cara. El nuevo higrómetro es altamente reconocible por aquellos que alguna vez lo han visto, pero presenta una imagen más estilizada, minimalista, en suaves colores pastel y líneas suavizadas. La línea de este higrómetro se llama ‘Fraile Colors’ y sigue respondiendo a esa eterna pregunta: «¿Qué tiempo hará mañana?». Es la cuarta generación familiar la que está al frente de esta empresa y eso ya de por sí es una gran noticia en un mundo empresarial en el que la tercera generación ya es una proeza. Hoy en día la efectividad del fraile del tiempo es lo que más sorprende a todos. Los famosos juegos de magia de Borrás fueron otro acierto que ha perdurado a lo largo de los años. Es lo que tiene tener una buena idea y un producto innovador y eficiente: Lo vendes generación tras generación.
