Irene Montero haciendo gala de una soberbia que le impide reconocer el monumental error de la ley del ‘sí es sí’, sigue empecinada en culpar a los jueces de las equivocaciones de su Ministerio. Podemos no ve la necesidad de rectificar porque para ellos el hecho de que haya 374 agresores sexuales que hayan visto rebajadas sus penas, es culpa de una minoría de jueces que aplican mal esta ley, y que la alarma social es provocada por el «ruido de la derecha mediática, política y judicial».
Lo del empecinamiento de los socios comunistas del gobierno de Sánchez con este gravísimo asunto es el resultado de un infantilismo atroz. No hicieron caso de los informes de los expertos que advertían de lo que ahora sufrimos, ni de las advertencias de otros partidos políticos, y cuando finalmente se hace evidente el desatino, la estrategia es siempre la misma: responsabilizar a otro y mantener la posición a cualquier precio. Creo que Carmena, compañera ideológica de la ministra Montero, ha dado en el clavo cuando dijo que no corregir esta ley era fruto de la «soberbia infantil» y que se había abordado con poca inteligencia.
Pero si injustificable es lo de Podemos, lo del PSOE extremeño no se puede calificar más que de ridículo. Mientras Sánchez aguantaba el tirón y esperaba que las cortinas de humo, diseñadas por sus estrategas de comunicación, ocultaran los centenares de agresores que estarán menos tiempo en la cárcel gracias a la ley del «sí es sí», en Extremadura sus compañeros socialistas pregonaban literalmente que «es una buena ley y que da respuesta a las reivindicaciones del movimiento feminista», y en esa línea se han mantenido durante todos estos meses en los que se han rebajado las penas y se han excarcelado a agresores sexuales – en Extremadura, 9 de ellos-.
Por eso, cuando se debatió en la Asamblea el pasado 26 de enero una propuesta del PP para que se instara al Gobierno a revisar esta ley y que los delitos sexuales se penaran con el mismo número de años que antes de que entrara en vigor, los diputados del PSOE y de Podemos, votaron a dúo con un no.
Solo dos días después, el 28 de enero, Moncloa emitía una nota de prensa en la que reconocía que era necesario hacer modificaciones que resolvieran «a futuro los problemas detectados» y en esos dos días, Vara cambió de opinión y de titulares: del no a una modificación de la ley del ‘sí es sí’, pasó a abogar por la «corrección necesaria», porque dice que cuando no se alcanza el fin para el que fue concebida la norma, se corrige.
Desde los primeros momentos de la ley, todos supimos que el fin no iba a cumplirse; que la ley perjudicaba a las víctimas y beneficiaba al agresor, pero ahí estaba el presidente de la Junta para defender las decisiones de Sánchez, hasta que, por supuesto, hubiera cambio de planes en Moncloa. El seguidismo a Sánchez del PSOE extremeño con Vara a la cabeza no tiene fin.
*Ingeniera técnico agrícola y diputada regional del PP
