El presidente Vara sigue instalado en la Extremadura imaginaria. Esa desde la que cómodamente nos habla de revolución industrial, del nuevo tiempo que llegó para nuestra región y de que se acabó «estar sentado en la puerta de casa esperando la solidaridad de los demás». Esta última frase la ha pronunciado literalmente en la presentación de candidatos del PSOE. La cosa tiene su miga porque, con esta frase, él mismo está reconociendo lo que ha estado haciendo hasta ahora al frente de la Junta de Extremadura.
"La Extremadura campeona del paro, de la pobreza, de la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, seguirá ahí con el PSOE
El ataque de sinceridad que ha tenido Vara viene a dar la razón al PP cuando le hemos recriminado, una y otra vez, el quedarse esperando, sin molestar a Sánchez, a ver qué nos daban desde Moncloa. Hemos visto el triste resultado de esa espera; una espera socialista que se ha traducido en menos fondos para Extremadura y en grandes agravios frente a otras comunidades autónomas. Así tenemos, por ejemplo, un tren rápido que no lo es; autovías inexistentes porque para Sánchez no son necesarias; ni un duro del Perte del automóvil para la fábrica de baterías que se pretende instalar en Navalmoral de la Mata y un socavón.
Lo del socavón no tiene nombre. En Pontevedra ocurrió lo mismo que en la carretera de Cáceres a Badajoz, pero un mes después, y la Diputación de Pontevedra nos ha demostrado a todos que un agujero en una carretera se tarda menos de dos meses en arreglar cuando hay voluntad de hacerlo. Nuestro socavón ya va para tres meses y no parece que pueda estar antes del verano, si es que lo está.
¿Esa es la solidaridad de la que habla Vara? Eso más bien es el ninguneo sanchista a Extremadura porque sabe que su presidente no peleará por no molestarle. Él mismo lo dice: todos estos años ha estado esperando. Lo malo de todo esto es que ahora dice que se ha levantado de la puerta de casa y que se va a arremangar. ¿Y por qué no lo ha hecho antes? Por qué no lo ha hecho, por ejemplo, para evitar todas esas afrentas a nuestra comunidad autónoma. Será porque sentado en la puerta de casa o lo que es lo mismo en su sillón, se está muy cómodo.
Ese ataque de dinamismo socialista son solo palabras; cosas del marketing y la publicidad. Los veremos poniendo primeras piedras de proyectos que llevan vendiendo años, anunciándolos una y otra vez, pero que, de momento, no se han hecho realidad. Mientras tanto, la Extremadura campeona del paro, de la pobreza, de la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, de una cesta de la compra más cara que para la media de España, seguirá ahí con el PSOE. Simplemente porque nos han desvelado su modus operandi: esperar y no molestar, cómo lo hizo Vara con Zapatero y lo hace ahora con Sánchez.