El Periódico Extremadura

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Carmen Martínez Fortún

La curiosa impertinente

Carmen Martínez-Fortún

La moción y su alcance

Muchos de los que claman contra el edadismo se han lanzado a destacar el ridículo que hizo Tamames y le han tratado con ofensiva condescendencia, debido a su edad. Y una, respetando muchísimo su inteligencia, su sabiduría probada y sus canas disimuladas, piensa que se dejó utilizar en una moción inútil y perversa, empujado por su enorme ego, inmune a la carcoma de la vejez. Pues perversos eran los motivos de VOX al utilizar en beneficio personal una herramienta institucional que no está para parar la vida política de un país en crisis, sino que tiene un carácter constructivo del que carecía la payasada, y perversos fueron los del PSOE para castigarnos de nuevo con otro ególatra monólogo presidencial propagandístico que tan hartos nos tiene y aprovechar para lanzar la campaña electoral de la gran esperanza rubia colocada a su izquierda para sumar. 

En las redes se ha destacado la caspa en la chaqueta del aspirante, su pelo teñido --una incluso al mirarle se descubrió culpablemente pensando en el protagonista de Muerte en Venecia y esperando que la lluvia hiciera resbalar goterones de tinte sobre su cara como en aquella escena grotesca e inmortal-- (repare el amable lector que las referencias capilares en este y aquella carecen de cualquier matiz sexista y son solo descriptivas), su cansancio, su voz poco firme y su discurso a veces deslavazado, menos efectivo, letal y definitivo de lo que se esperaba. Incluso olvidó el intelectual pedir elecciones anticipadas, que es para lo que se supone que se presentaba la moción. Al economista le habrá dado igual, pues hoy mismo ha puesto a la venta su libro que recoge el fallido alegato, del que sacará unos dinerillos que nunca vienen mal.

Respecto a Feijóo, el gran ausente, una aplaude su plantón que allí no pintaba nada. Y le resulta muy ilustrativa la rabia de Sánchez al calificar de indecente su abstención, como si el mandatario viviera en bucle desde aquel lejano debate: --usted no es decente, señor Rajoy-- que convirtió en principal argumento de toda su labor política. Aún está en ello.

*Profesora

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