Opinión | Es decir

Para no llegar solo a diciembre

Demasiadas izquierdas a la izquierda del PSOE. Desde que el ministro Félix Bolaños dijo que sería «muy positivo que la izquierda que hay a la izquierda del PSOE concurriera unida a las elecciones», al PSOE le crecen las izquierdas. Y no precisamente unidas, pese a la cínica buena voluntad del ministro, que mencionó aquella desunión para que se produjera, o que se produjo con solo mencionarla, dado el interés del Gobierno en conservar solo una parte de Unidas Podemos, la parte Yolanda Díaz. 

"Las izquierdas que le crecen al PSOE por la izquierda le son todas útiles, de EH Bildu a ERC, de Podemos a Sumar

Ya entonces se preguntó aquí si esa izquierda que el ministro sitúa a la izquierda del PSOE debe considerarse extrema izquierda, o sea, ultraizquierda, o si es que el PSOE es menos izquierda (porque ya no sea socialismo, por ejemplo). Y se preguntó por equilibrar, nada más, ya que la derecha que está a la derecha del PP se considera extrema derecha o, con más intención, ultraderecha. ¿Y acaso la extrema izquierda o ultraizquierda no sería igual de perniciosa que la extrema derecha o ultraderecha? Una pregunta ociosa, ya que la izquierda, moralmente, nunca será extrema, nunca será ultra.

Las izquierdas que le crecen al PSOE por la izquierda le son todas útiles, de EH Bildu a ERC, de Podemos a Sumar, incluso de Más Madrid a Compromís. Algunas ya le han sido útiles. Para los Presupuestos, por ejemplo, los cuales no habrían salido adelante únicamente con Unidas Podemos. O para aprobar algunas leyes, piénsese en ERC y EH Bildu, a quienes les ha concedido ahora el mérito de la ley de la vivienda con todas sus consecuencias como le concedió a Podemos el éxito de la ley del solo sí es sí con todas sus contraindicaciones. Pero la utilidad será, sobre todo, electoral.

Salvo que las autonómicas de mayo castiguen en todas o la mayoría de las comunidades a Pedro Sánchez (a Sánchez, no a los Fernández Vara o los García-Page, es decir, al sanchismo, no al PSOE), otra legislatura es posible. Sería con Sumar en vez de Podemos, más los partidos-puntales cuyas aspiraciones electorales llevan en el nombre: Esquerra Republica de Cataluña, Euskal Herria Bildu, Más Madrid… La utilidad de Sumar pasa por inutilizar a Podemos, encargo que Yolanda Díaz parece dispuesta a solventar con el feminismo, el comunismo y los consejos de su padre.  

Y si las autonómicas son el adelanto de las generales, que es lo único que el CIS no sabe o no pregunta, a Sánchez siempre le quedaría la posibilidad, durante los seis meses en que será presidente del Consejo de la Unión Europea, de reunir a esas izquierdas que le crecen por la izquierda para no llegar solo a diciembre. El problema, entonces, no sería que hubiera demasiadas izquierdas a la izquierda del PSOE, sino que hubiera demasiada izquierda a la izquierda del PSOE. 

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