Extremadura es maravillosa y lo podemos decir una y mil veces. Tiene unos paisajes increíbles, buena gente, calidad de vida y últimamente, más industria y empresas grandes que crean muchos puestos de trabajo, pero para los jóvenes, sigue siendo una especie de isla pequeñita en un país, e incluso un mundo, que quieren explorar.
Extremadura no es Madrid, ni Barcelona, ni Valencia, por quedarnos en España y, para la juventud, a las oportunidades que pueden encontrar en las grandes ciudades no les hace la competencia ninguna ciudad extremeña.
Un ejemplo de ello es lo que está ocurriendo con la petición de plazas de los Médicos Internos Residentes (MIR). En tres días de solicitudes, solo 10 de los 1.200 mejores MIR del país han elegido continuar su formación en un hospital de Extremadura. Podrán seguir pidiendo plaza hasta el 7 de mayo, pero dudo que vaya a mejorar mucho la estadística.
Aún así, se ha agotado la oferta en dos especialidades, pero es que se han ofertado 219 plazas.
Los MIR que han ofrecido su testimonio dicen una frase clarificadora: «volver siempre será una opción». Claro que sí y no saben la suerte que tienen por tener ese as en la manga.
Pero lo que buscan ahora son hospitales grandes, con profesionales con muchísima experiencia, el mayor número de casos posibles y pacientes de todo tipo para aprender y exprimir al máximo su formación. Es lógico.
Lo que aún no han descubierto, pero ya lo harán, es que los grandes hospitales no son los de mayor tamaño o los que tienen más médicos porque la excelencia la hacen las personas y estas pueden estar en cualquier lugar, hasta en la aldea más remota de África.
Es indiscutible que, a mayor número de pacientes, más posibilidades de ver casos diferentes, pero diferente no tiene por qué ser novedoso.
Ahora bien, si el futuro de esos MIR en la región va a ser el de un médico saturado de trabajo y con menor remuneración que los del resto del país -véase el ejemplo de las guardias aprobadas recientemente- quizás también es cuestión de dar a la Medicina, y a los médicos en este caso, el valor que tienen y hablo de la administración, que solo ha cambiado algo las cosas cuando se ha visto de cara con una convocatoria de huelga. A lo mejor es que los jóvenes no son tontos y es la región quien les echa...