Opinión | La trastienda

Voto rural o urbano

La casuística poblacional de Extremadura hace muy complicado vencer en unas elecciones autonómicas para cualquier partido

Voto rural o urbano

Voto rural o urbano / EL PERIÓDICO

Para ganar unas elecciones no basta solo con tener un buen candidato o un buen partido que empuje a su líder, que también. Hay que saber el terreno que se pisa, en este caso Extremadura, y tener en cuenta dónde están los votos que se transforman en escaños y conforman una mayoría. No es lo mismo la circunscripción de Cáceres, que aporta 29 diputados, por ejemplo, que la de Badajoz, que cuenta con 36 para un Parlamento que lo conforman 65 escaños y la mayoría absoluta se consigue con 33. Se puede ganar en la provincia de Cáceres y perder las elecciones. Tampoco es lo mismo tener un partido menor a tu derecha o a tu izquierda que no tenerlo porque si existe al menos que alcance el 5% de los votos y obtenga representación en el Parlamento. De lo contrario, los escaños sobrantes se los lleva la formación que consigue un mejor resultado. Eso es justo lo que le pasó a Vox en las elecciones de 2019, que se quedó en el 4,7% de los votos a nivel regional y le dio al PSOE dos escaños que supusieron alcanzar la mayoría absoluta.

Los partidos políticos, todos sin excepción, tienen en cuenta todas estas reglas del juego a la hora de plantear sus estrategias. Hay que empujar al líder, sin duda, pero si las papeletas no entran en las urnas correspondientes lo que se consigue es hacer un pan como unas tortas. 

Quien gana en lo rural, vence en unos comicios, pero quien pierde en las capitales no alcanza la mayoría absoluta

Extremadura es muy compleja electoralmente hablando. En la provincia de Badajoz hay más población, pero su capital representa el 20% de los votos de la provincia. Ganar en Badajoz te puede asegurar una amplia mayoría en las elecciones autonómicas, por lo que la candidatura local en la ciudad tiene más importancia de lo que parece en el arrastre autonómico. Otro tanto de lo mismo ocurre en Cáceres, pero en este caso en menor medida dado que los escaños en juego son bastantes menos. En la provincia cacereña sólo hay 12 municipios incluida la capital que tienen más de 5.000 habitantes. Existen otros 211 municipios de menos de ese censo. Pero es que en líneas generales, en Extremadura 207 de sus 387 municipios tienen menos del millar de habitantes, fundamentalmente en Cáceres. Escarbar ahí resulta harto complicado y llegar con candidaturas locales a todos lados casi imposible para un partido pequeño. Tenemos una eminente ruralidad y eso conlleva una difícil digestión para los distintos partidos que quieren ganar unas eleciones. Quien gana en lo rural en Extremadura, vence en unos comicios, pero quien pierde en las capitales no alcanza la mayoría absoluta. ¿Eso cómo se come?

Según los sondeos, solo caben dos opciones: un gobierno de PSOE-Podemos u otro de PP-Vox

Llenar el mapa extremeño de rojo o azul (o morado, verde o naranja) lleva implícito un arduo trabajo que realizan los partidos a través de su militancia y cargos de representación liberados para esta causa. Porque los líderes nacionales empujan o echan para atrás, los candidatos autonómicos suman o restan, pero si no hay un ejército detrás que movilice el voto, sobre todo en los pueblos, donde se reparte casa por caca, buzón por buzón, mejor ni intentarlo.

Y luego vendrá el resultado de las urnas y el juego de los pactos. Todas las encuestas realizadas hasta ahora apuntan a que no habrá mayoría absoluta como hasta ahora en Extremadura. Según los diferentes sondeos, solo caben dos opciones: un gobierno de PSOE-Podemos u otro de PP-Vox. Es más, ya ha dicho esta semana la líder del PP, María Guardiola, que caso de perder no dejarían gobernar a la lista más votada como ocurrió en 2015 que Vara pudo formar gobierno con mayoría simple y luego pactar a derecha e izquierda. Así pues, después de las urnas vendrá el juego de las sillas, o de los sillones, algo que los partidos tradicionales detestan. Pero ese ya es otro cantar y, por supuesto, objeto de otro artículo. 

Suscríbete para seguir leyendo