En muchas conversaciones es común referirse, quizá por el influjo de las redes sociales y un móvil con cámara como suplemento vital, a algún momento, un instante y exclamar:¡la foto! Pero más allá de esos instantes que nos retrata la vida y que probablemente sean los que más nos alimenten; siempre y prácticamente acto seguido, hay grandes profesionales capaces de recordarte que esa foto y esa maestría cobra otra dimensión, su dimensión. Además, si a esto le añades un espacio único, un cielo limpio logras que el mundo se abra ante ti. Eso es exactamente lo que ha sucedido esta semana: la NASA seleccionaba como imagen del día una fotografía que correspondía al cielo de Casar de Cáceres, la Aurora Boreal roja realizada por el fotógrafo Lorenzo Cordero. Ojalá os pudiese reproducir aquí, con mis palabras, el color naranja, el magenta, los azules matizados… pero sus ojos, su trabajo debe ser el que os haga contemplar.
Hay otras fotos, las fotos fijas de la sociedad, que también nos enseñan esta Extremadura nuestra, y, sin duda, la más importante es la que aparece en las aulas. Enseñan, insisto. Esta semana Guillermo Fernández Vara, Secretario General del PSOE Extremadura y candidato a la reelección a la Presidencia de la Junta de Extremadura afirmaba que es la política más importante que se puede hacer en nuestra región. La educación, la llave maestra, la gran revolución, el corazón de la evolución. Su propuesta: continuar bajando las ratios en Educación de 25 a 22 alumnos por aula en Infantil y una reducción de las horas lectivas para los profesores de Primariade 25 a 23 horas, los profesores deben dedicar más tiempo a formarse para poder tener una educación de mayor calidad. Formar y formarse al compás de un ritmo rápido y trasformador del que se nutre todo.
Ojalá os pudiese reproducir aquí, con mis palabras la foto de la aurora boreal de Lorenzo Cordero
Curiosamente esa misma noche cayó en mis manos un fragmento de La ciencia y la vida de José Luis Sampedro que recoge Olga Lucas que decía: (…) Creo que la energía, la vida no actúa siguiendo un plan deliberado con una hoja de ruta, sino que actúa como el sembrador, por dispersión de energía, por multiplicación de oportunidades. La vida, por decirlo gráficamente, se levanta por la mañana y dice “bueno, vamos a seguir adelante” y coge un puñado de energía y hace “brrrrr” y la esparce por ahí. ¿Qué va a salir de esa siembra? Pues no sabemos.
Con la mejor educación, con nuestros grandes profesionales de la enseñanza yo lo tengo claro, sé que lo que se obtendrá de esa siembra, esa que se imparte en cada hora, semilla a semilla será lo mejor que podamos ofrecer a los que nos seguirán y harán suyo el futuro, sin duda, con esa energía multiplicadora. Esa será la otra gran foto que contemplará el mundo. Y sí, también repleta de color y plagada de estrellas.
* La autora es Filóloga y diputada regional del PSOE