contrapunto

Elecciones generales

Mercedes Morán

Mercedes Morán

Aún no se habían enfriado los resultados de las pasadas elecciones municipales y autonómicas en las que los españoles dejaron claro en las urnas que querían un cambio, cuando Sánchez sorprendía con un adelanto electoral. Reconozco que, como muchos, no pensé que esto ocurriría al tener la firme convicción de que no iba a renunciar antes de tiempo a todos los privilegios que tanto le gusta disfrutar, pero no contábamos con sus planes.

"Sánchez convoca elecciones para julio, cuando muchos españoles disfrutan sus vacaciones

Unos planes que, por un lado, intentan neutralizar la crítica de su propio partido, de aquellos que han perdido los gobiernos autonómicos y municipales. Esos mismos que le han tapado y obedecido durante toda la legislatura, incluso por delante de los intereses de su región o municipio, como ocurre con Vara. Que durante todo este tiempo han participado de esa política embarrada que ha propiciado Sánchez y sus socios de gobierno; que han denigrado a las instituciones del Estado, permitido el indulto a golpistas, propiciado la rebaja de penas a los agresores sexuales y la liberación de algunos de ellos; que han consentido el extremismo ideológico y el ataque a los intereses de España, que han cargado contra nuestro mundo rural y favorecido el derribo de presas. Y así podríamos seguir enumerando tropelías de este gobierno.

Pero, además, en un desesperado intento de conseguir que le salgan las cuentas, Sánchez señala la convocatoria de elecciones generales para el mes de julio, cuando muchos españoles disfrutan sus vacaciones de verano y pueden faltar interventores en las mesas electorales que garanticen la transparencia del proceso. En definitiva, lo que ha hecho desde que obtuvo el poder, retorcer y enlodar lo más posible para conseguir sus objetivos. Ahora, atiza el miedo a los electores: o yo o el caos. 

Pero no se puede engañar y mentir eternamente a los españoles. Este gobierno no ha mirado por el interés general, pero sí por el propio: dividiendo competencias para contentar a Podemos y llegar así a los veintidós ministerios, con sus correspondientes cargos y asesores, generando los gastos corrientes más abultados de la democracia. Frente a esto, el compromiso de Feijóo es el de un Consejo de Ministros que se ocupe de los problemas reales de los ciudadanos, de derogar leyes sectarias y aplicar las políticas necesarias para asegurar el bienestar de los españoles, incluidas las de Igualdad que sean eficaces y desterrando aquellas con consecuencias indeseables.

Ahora Sánchez quiere diseñar una campaña en la que se priorice lo audiovisual a la calle, porque no puede pisarla sin que note el descontento de la gente; prefiere lucir la sonrisa televisiva al contacto con los ciudadanos. Por eso, reta ridículamente al presidente del PP a hacer debates semanales. Feijóo ya lo ha dicho, habrá un cara a cara con Sánchez, pero a él le ha gustado siempre el cara a cara con la gente. Es la manera de conocer sus problemas. 

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