Isabel Díaz Ayuso será la clara ganadora de las elecciones autonómicas de Madrid y, junto a Vox, sumará mayoría absoluta según la encuesta de Gesop para EL PERIÓDICO y el conjunto de diarios de Prensa Ibérica. Los resultados del sondeo desempatan la igualada que otorgaba el CIS y señalan que en la horquilla baja la derecha y la ultraderecha conseguirían una ajustada mayoría absoluta (69 escaños), que sería superada en dos diputados en la horquilla alta. El otro dato relevante del sondeo es el hundimiento de Ciudadanos (Cs) que, con solo un 3,4% de los votos, no alcanzaría el 5% necesario para entrar en la Asamblea. La victoria del PP de Díaz Ayuso se produce en todos los indicadores de la encuesta: valoración de líderes, donde gana con 4,5 puntos, aunque suspenden todos, y es la mejor valorada en su electorado y en el de Vox; preferencia para presidenta, donde se impone por 16 puntos; intención directa de voto, donde saca casi 10 puntos a Más Madrid, y fidelidad del electorado, donde el PP tiene el votante más fiel y se come la mitad de los electores de Cs y un cuarto de los de Vox. De Cs, por cierto, van más votantes a Vox que al PSOE. 

Díaz Ayuso ni siquiera acusa que la mayoría de los consultados consideran mala o muy mala la gestión que ha hecho de la pandemia el Gobierno autonómico. Un 45% son críticos frente a un 35% de favorables, que se encuentran sobre todo en las filas de los votantes del PP y de Vox, quienes, a su vez, achacan la fuerte incidencia de la pandemia en Madrid a que es una comunidad muy poblada, mientras que los electores de izquierda consideran que se debe al hecho de priorizar la economía frente a la salud. El PP casi dobla los votos y los escaños de hace dos años mientras que el PSOE retrocedería cuatro puntos y entre 3 y 4 diputados, los mismos que sube Más Madrid, que aumenta en casi dos puntos el porcentaje de voto, especialmente entre el electorado de izquierda más joven frente al más mayor que prefiere a Ángel Gabilondo. El efecto Pablo Iglesias se deja sentir en un ligero aumento de votos y escaños (de 7 a 9/10), pero queda lejos de las intenciones expresadas por el líder de Unidas Podemos (UP). Vox también consigue un ascenso similar, de 12 a 13/14 diputados.

Los resultados de la encuesta consagrarían la alianza entre el PP y Vox que la ruptura de Ayuso con Cs hacía inevitable, abriendo así las puertas a la extrema derecha, situación que sería más lamentable si se tradujera en la formación de un Gobierno con la participación del partido de Santiago Abascal, después de que en Murcia el PP haya aceptado por primera vez gobernar con los ultras, aunque hubiesen sido expulsados de Vox. Si finalmente se pactara esa alianza en Madrid, Díaz Ayuso colocaría a Pablo Casado ante la disyuntiva de desmarcarse de Vox o aceptar al partido ultra como un componente normalizado más de lo que el líder del PP llama la unificación del espacio de centroderecha, que, en ese caso, sería de la derecha y de la ultraderecha, sin un ápice de centro. 

Pero las elecciones de la Comunidad de Madrid, pese a la trascendencia que se les está concediendo, no dejan de ser unos comicios autonómicos. Pueden, evidentemente, sacarse consecuencias a nivel de toda España, pero hay datos que no son extrapolables. De hecho, en muchos sentidos, Madrid parece cada vez más una anomalía que la norma. Es muy dudoso, por ejemplo, que en otros territorios puedan producirse sin cataclismos alianzas entre la derecha y la extrema derecha. Las encuestas para las elecciones generales tampoco pronostican en absoluto un vuelco como el que puede darse en Madrid.