Como una carrera de autos locos, sin aparatos de medición más que el cuentakilómetros del coche, y con un vehículo de 1990, Alfredo Martín Martín, de Oliva de Plasencia, y David Sánchez Pastor, placentino, acaban de ganar la I Clásica Invernal Sierra de Gata, en su categoría. Se trata de una carrera de coches clásicos que inicia el Campeonato de Extremadura de regularidad histórica y su triunfo les ha dado ya «muchos puntos» para afrontar las siguientes pruebas.

Alfredo y David disputaron la prueba con un coche singular, un Zastava Yugo, un vehículo yugoslavo de los que «hay menos de 20 en España», según explica Alfredo. Para participar en la carrera, hay que competir con vehículos de más de 25 años y el suyo tiene 27. «Se lo compré en Valladolid al dueño original, que lo compró en uno de los concesionarios que había antiguamente en España y lo tuvo 26 años».

Alfredo se dedica a arreglar coches clásicos y participar en concentraciones. Además, en el 2015 hizo el campeonato completo de carreras de regularidad histórica, ganó el rally Norte de Extremadura y quedó tercero de Extremadura en la categoría sin aparatos de medición.

En su opinión, esta modalidad hace las pruebas «más divertidas, porque te puedes perder y disfrutas más». Lo dice porque en carreras como la de Sierra de Gata, los competidores desconocen el recorrido hasta una hora antes y además, «tienes que hacerlo a la velocidad exacta que te marcan y pasar por los puntos secretos de control en el tiempo exacto. Gana el que más se acerca a esos tiempos. En las otras categorías, los competidores llevan GPS y portátiles».

Catorce coches participaron en su modalidad, un triunfo que anima a seguir sobre el Zastava sin dejar de divertirse.