El agua del grifo es «entre 500 y 1.000 veces más barata que el agua de botella. En Plasencia, mil litros de este agua cuestan 83 céntimos y esa misma cantidad embotellada puede costar de 300 a 400 euros». Además, «es un producto fresco; no genera residuos plásticos, todos los días se realizan controles y es totalmente apta para el consumo». Son algunas de las razones que da la UTE del Agua para promover el uso de la que sale del grifo.

Pero dada la reticencia y mitos que existen sobre el consumo de este tipo de agua, la empresa ha iniciado una nueva campaña, que difundirá a través de sus redes sociales los beneficios de este tipo de agua, que, en Plasencia, «es de gran calidad», en palabras del gerente de la UTE, Iván José Vicente García.

Este destacó que su potabilidad y calidad quedan garantizadas por los cerca de 140 análisis que se hacen anualmente, 13 de ellos completos y que analizan hasta 100 parámetros. Además, se realizan 12.500 controles anuales de cloro. Todos «con resultados dentro de la norma».

Sobre la presencia de cloro, afirmó: «es fundamental porque es un indicio de que está totalmente desinfectada» y además de su calidad, subrayó que el consumo del agua embotellada contribuye a la generación de plásticos y «en el mundo se producen un millón al minuto».

Por su parte, el concejal de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla, recordó que el agua que se consume en Plasencia procede del agua embalsada del pantano que, «tiene un volumen suficiente para abastacernos durante ocho años», aunque no lloviera y además, pasa «por un plan de seguimiento y control muy riguroso». Eso sí, la empresa garantiza la calidad del agua hasta el límite de los bloques y es responsabilidad vecinal el estado de las tuberías interiores.