Desde el miércoles, la comisaría de la Policía Nacional de Plasencia no tiene inspectores. Eran dos los que venían ejerciendo esta función, pero pidieron plaza en el último concurso de traslados y la han obtenido en Ávila y Cáceres. Con estas bajas, la plantilla se sitúa en 74 agentes de un catálogo fijado en un total de 93.

«Estamos menos del 80%», señala Gregorio Domínguez, secretario del sindicato Justicia Policial (Jupol), el de mayor número de afiliados de la comisaría. «No sabemos hasta cuándo estaremos sin inspectores, se tienen que solicitar las plazas y convocarlas», apunta. Esto significa que los subinspectores tendrán que realizar las tareas de los inspectores y hay 6 de un catálogo de 9.

Domínguez subraya que esto no afectará al servicio en la calle, pero sí será una sobrecarga para los subinspectores. Además, supone una merma mayor de la plantilla. Por eso, el sindicato considera que se deben «convocar las plazas que hay en el catálogo, para no estar pendiente de las comisiones de servicio y dar así estabilidad a la plantilla».

Según el secretario de Jupol, la actual es «muy justa» para atender Plasencia. Las patrullas están «dentro de lo admisible», porque no lo considera una situación alarmante gracias también a que los índices de delincuencia de la ciudad son bajos. Por eso, no ve necesario un catálogo más amplio. «No hay tanta demanda delictiva para ello, lo que es recomendable es cubrir los puestos, porque nos vendría de gran ayuda para dar mayor seguridad al ciudadano, pero sin alarmar».

Otra cuestión que les preocupa es la seguridad en la propia comisaría porque el edificio «no cumple ninguna medida ni hay plan de seguridad exigible por ley. No hay perímetro de seguridad, los cristales no son opacos, no hay arcos de seguridad...» y recuerda: «estamos en alerta terrorista».

En cuanto a los turnos policiales, Domínguez señala que hay de dos a tres coches por turno, uno excepcionalmente y, cuando hay que trasladar presos al juzgado, uno debe dedicarse a eso. Además, son turnos «insalubres», que van cambiando y están provocando «problemas de salud a compañeros». Todos han firmado pidiendo más estabilidad en los turnos, pero sin resultado.