Después de años de negociaciones, una expropiación y la compra de inmuebles junto al puente Trujillo de Plasencia, el ayuntamiento ha adjudicado la demolición de los dos más cercanos a la rotonda de Calvo Sotelo con Eulogio González. Es un trámite indispensable para poder ejecutar la reordenación que completará el nuevo aparcamiento anexo, actualmente en obras.

Según informó ayer el alcalde placentino, Fernando Pizarro, aunque inicialmente el derribo estaba presupuestado en 60.000 euros, finalmente salió a licitación por 27.400 y se ha adjudicado por 23.000 euros. La próxima semana comenzarán los trabajos de demolición, que tienen un plazo de adjudicación de dos meses.

Durante este tiempo, el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández, continuará con las negociaciones para adquirir otros inmuebles más pequeños, talleres, una cerrajería y el antiguo molino Tajabor, que también se necesitan para acometer la reforma de la zona.

Una vez que terminen ambos procesos, la intención es llevar a pleno la cesión de los terrenos a la Diputación Provincial de Cáceres, que gestionará las obras a través del programa europeo Plasencia y su entorno.

El proyecto del entorno del puente Trujillo tiene un presupuesto de 574.000 euros y un plazo de ejecución de 9 meses. Realizado por la arquitecto placentina Raquel Málaga, actúa sobre los 2.000 metros cuadrados contiguos al nuevo aparcamiento e incluirá cambios en la movilidad peatonal y de vehículos.

Además de zonas ajardinadas que se adaptarán al desnivel del terreno, cuatro de los cinco ojos del puente comenzarán a tener uso, dos para el paso de vehículos y los otros dos para el paseo peatonal, dando así continuidad al paseo de río y respetando el molino Tajabor para su posterior restauración.

Este proyecto es complementario al del aparcamiento, con 120 plazas distribuidas en tres plantas y una azotea ajardinada. Se inició en agosto y se ha retomado recientemente. Su plazo de ejecución es de un año.