Primero fue la imposibilidad de realizar bodas por el confinamiento y ahora son las condiciones de las fases de la desescalada las que están llevando a aplazar estas celebraciones.

Así lo ha confirmado el Obispado de Plasencia con respecto a las que estaban previstas en la catedral, donde la primera boda está fechada para el 8 de agosto. Los Siervos de María, que gestionan el santuario del Puerto, también han confirmado que se han producido aplazamientos. «Tres o cuatro las aplazaron primero para junio y ahora las han vuelto a aplazar, algunas para el año que viene».

Los motivos son varios. Por un lado, los novios no quieren tener que recortar invitados y ahora tendrían que hacerlo y tampoco quieren celebrar su boda con mascarillas y esa circunstancia se desconoce todavía cuándo podrá cambiar. Además, «tienen miedo y quieren bodas grandes», en palabras de Toni Gudiel.

Porque estos aplazamientos también están afectando a los fotógrafos como Toni Gudiel Fotografía. En su caso, afirma que todas las bodas que tenía contratadas para este año las han aplazado hasta el año que viene. «Incluso las que se iban a celebrar en julio, agosto o septiembre». Los novios prefieren ser precavidos y esperar.