La semana pasada el ayuntamiento citó a los hosteleros de Plasencia a una reunión, en la que participó el intendente y se les explicó que, en virtud de las últimas medidas por el covid-19 sobre el uso de las mascarillas, debían informar a la clientela de su obligatoriedad, tanto dentro como en las terrazas de los locales, aunque la responsabilidad sería del cliente en el caso de sanciones. Hoy, muchos hosteleros coinciden en que «hay que estar recordándoselo a la gente».

Porque, a la hora de comer y beber, son pocos los que se quitan la mascarilla para dar un trago y luego se la vuelven a subir. Algunos encuestados como Mamen Marcos, del pub El Portón, señalan que «dentro del local, se cumple porque además yo estoy todo el rato entrando y saliendo y lo primero que hago es informar a todo el mundo». Sin embargo, señala que en las terrazas, «la gente hace lo que le da la gana». Lo que les tranquiliza es que ahora «la responsabilidad es individual» y no del establecimiento, como ha señalado el ayuntamiento y la Policía Local, por lo que los hosteleros se sienten menos en el papel de policías.

Algunos como Raúl Paniagua y Emilio Valencia, de La Pitarra del Gordo y el bar Español, no solo recuerdan la normativa, sino que han instalado cartelería en sus establecimientos sobre la obligación de utilizar mascarilla. «Cumple prácticamente todo el mundo, pero hay que estar recordándolo, es complicado, pero ya se sabe que todo lo novedoso cuesta un poco», señala Valencia.

En el caso de Paniagua, explica que, cuando algún cliente no lleva puesta la mascarilla y tiene que atenderle, «me pongo a un metro y medio de distancia y entonces se da cuenta y se la pone, yo creo que es más por despiste que por otra cosa».

En su opinión y, tras dos meses con el bar abierto, «los incumplimientos son menos, cada vez se va concienciando más la gente». Aún así, él ha optado por poner carteles en numerosos puntos de su local para no tener «enfrentamientos con la gente porque algunos no hacen mucho caso». Por otro lado, ve bien que se informe de que los contagios se están produciendo «en fiestas privadas, cumpleaños, tanatorios...» y no en bares.