En el curso 1995/1996, echaba a andar en Plasencia el centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Lo hacía en un edificio cedido por el ayuntamiento en pleno casco histórico y que fue uno de los primeros colegios que la Compañía de Jesús fundó en Extremadura. Nació «gracias al empeño del alcalde Cándido Cabrera y de Consuelo Boticario», que fue su directora hasta que, en el 2017 la sustituyó su mano derecha todo ese tiempo, Gloria Lomo.

Ella y otras tres mujeres, personal de administración y servicio y 14 tutores actuales llevan en la UNED desde que abrió sus puertas a los primeros 500 alumnos. Este curso, hay 1.160 y con los cursos de extensión y de verano, el año pasado se llegó a los 1.400. En sus 25 años, unos 1.150 estudiantes se han graduado.

La UNED ha evolucionado en este cuarto de siglo, pero se mantiene fiel a dos características, ser una universidad semipresencial y ofrecer completa flexibilidad para el estudio. «Nunca seremos una universidad online», subraya su directora, porque destaca precisamente la «cercanía a los estudiantes».

De hecho, en el momento actual, mantiene la doble opción de asistir a las clases de forma online o presencial y «viene muchísima gente a las tutorías». Aún así, el gran tamaño de sus aulas les ha permitido adaptarse a los aforos y al resto de normas covid «sin ningún problema».

Jóvenes de 160 pueblos

Jóvenes de 160 pueblosLomo explica que los primeros que se engancharon a la UNED fueron personas de cierta edad, que trabajaban y querían seguir formándose o buscaban una segunda titulación. Ahora en cambio, «el 60% de los estudiantes es menor de 39 años» y cada vez hay más jóvenes que la eligen como primera opción. «Hay gente que ha terminado la EBAU y prueba un año y se queda».

Lomo lo achaca a que la UNED «se adapta a cada ritmo». Por eso, también destaca la «función social» que cumple, permitiendo la conciliación tanto de la vida laboral como de la familiar.

Además, hace hincapié en otro logro, el «papel de esta universidad en el problema de la despoblación». Porque el hecho de no tener que acudir al aula permite estudiar desde cualquier población, «sin tener que marcharse de su lugar de residencia». Un dato, el centro asociado de Plasencia cuenta con alumnos de más de 160 municipios de la provincia de Cáceres.

Además, tiene tres aulas universitarias, en Coria (1997), Navalmoral de la Mata (1998) y Cáceres (2005) y un servicio de atención a personas con discapacidad que permite adaptar las clases y exámenes a estudiantes como Paula Ríos Rodríguez, con discapacidad visual y matriculada en el Grado de Trabajo Social.

Echando la vista atrás, Gloria Lomo tiene claro que, en estos 25 años, la UNED ha evolucionado sobre todo a nivel tecnológico, pasando del papel y las guías de estudio a los «cursos virtuales, el alumno lo tiene todo a un clic». Destaca además el avance de la valija virtual, mucho más segura y rápida para el envío de exámenes. Además, para facilitar la inserción laboral, cuentan con un centro de orientación y convenios con empresas y no han dejado de ofrecer títulos, el último, Criminología.

En suma, la UNED es hoy «una universidad de prestigio, exigente, rigurosa, con materiales buenísimos y títulos muy valorados».