Lleva más de seis años estudiando los coronavirus. De hecho, eligió «un primo hermano de coronavirus» para realizar su tesis doctoral en el laboratorio de Luis Enjuanes, virólogo y profesor de investigación en el CSIC que prepara una vacuna para el covid-19. Hoy, parte de la tesis del placentino Alejandro Pascual Iglesias se está utilizando para realizar esa prometedora vacuna y además, acaba de ser premiada por los laboratorios Syva como la mejor tesis en sanidad animal presentada en España, Portugal o Méjico.

«No me esperaba que me lo dieran, pensé que era una broma. Para mí es un orgullo», afirma.

Justo en enero del 2020, apenas unos meses antes del confinamiento, Alejandro Pascual defendió su tesis. Recuerda que los miembros de su grupo de investigación y él mismo pensaban que el covid «en un mes se iba a ir, nadie se esperaba esto».

Por eso, cuando echa la vista atrás, Pascual, de 32 años y licenciado en Bioquímica, no puede evitar pensar que su trabajo fue premonitorio.

Porque él decidió estudiar un virus similar al covid y ver «qué le daba la capacidad de infectar o matar». A partir de ahí, «construí un virus desde cero, modificándolo para que no fuera virulento. Hice un virus atenuado, una vacuna». Después, lo probó en células y en animales que estaban sanos y «los infectábamos. El resultado fue un 100% de protección», ninguno enfermó.

Es el mismo concepto que se está utilizando para la vacuna del laboratorio de Enjuanes, por eso Pascual cree que tardará en estar lista. «En las vacunas actuales, solo te meten una parte del virus, pero en esta, meten el virus quitándole una parte para que no mate. Será necesario hacer muchísimas pruebas para asegurarse».

La solución, vacunarse

En este contexto, no duda de que, «a corto plazo, la solución pasa por las vacunas que hay», de las que señala que, aunque no evitan el contagio al 100%, «la probabilidad es menor» y, si hubiera un contagio, «no sería tan grave».

No es una suposición porque Alejandro Pascual trabaja actualmente como investigador en un grupo en el hospital de La Paz con pacientes con covid muy graves, analizando la diferencia entre los que están vacunados y los que no. Además, forma parte del comité de expertos del ayuntamiento placentino.

Por eso, de las v acunas subraya que «las que se están haciendo han pasado todos los análisis, pero, como todos los medicamentos, tienen efectos secundarios». Aún así, sobre la de AstraZeneca, apunta: «Que una persona desarrolle una trombosis no significa que haya sido por la vacuna, por ahora, no hay relación y, por lo que se sabe, es segura. Entiendo el miedo, pero hay más casos de trombosis por tomar anticonceptivos».

Del origen del covid, afirma que «la mayoría sí vienen de murciélagos y dromedarios, es algo muy normal y el salto de especie lo pueden hacer. Los coronavirus son muy especialitos y hacen muchos cambios, en el 2012 ya se decía que podían causar la próxima pandemia».

Explica que son tan letales porque causan una «respuesta exagerada del sistema inmune, sobre todo en los pulmones, que se inflaman y entonces dejan de funcionar». Su vacuna «le dice a nuestro sistema, tranquilidad, no exageres». Por eso, no puede estar más orgulloso de que «algo que yo he hecho va a ayudar».