Declarar la disolución judicial de la mercantil Tauroemoción SL; ordenar el cese del órgano de administración social de dicha mercantil así como la apertura de la fase de liquidación. Es lo que ha decretado el juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid respecto a una de las empresas adjudicatarias de la gestión de la plaza de toros de Plasencia, que se presentó en UTE con Espectáculos Carmelo García para los años 2020 y 2021.

El ayuntamiento ha señalado este viernes que no ha recibido el auto y, si la empresa Ceber Tauro lo envía oficialmente y solicita la revisión del contrato, los técnicos "estudiarán las repercusiones para el ayuntamiento". No obstante, indica que, al ser una UTE, la otra empresa podría asumir la gestión y ha aclarado que, debido a la pandemia, el contrato no está formalizado y la corrida del Martes Mayor del año pasado se hizo a través de un convenio, por lo que no se pagó la subvención anual.

Con respecto al auto, con fecha 6 de abril, responde a la solicitud de disolución judicial que presentó precisamente la otra empresa que concurrió al concurso de la gestión de la plaza el año pasado y que ya la había gestionado en años anteriores, Grupo Ceber Tauro SL.

Esta señaló que las cuentas anuales del 2016 al 2018 de Tauroemoción incurrían en causa de disolución y, sin embargo, ha seguido presentándose a licitaciones, como en el caso de la placentina, “sin cumplir las exigencias de solvencia establecida en las normas y pliegos de condiciones de los concursos públicos”.

Por su parte, Tauroemoción reconoció la presencia de un “desbalance en las cuentas” de esos ejercicios, pero manifestó que, en septiembre del 2020, había procedido a ampliar capital, de los 3.0006 iniciales hasta 265.006,00 euros, por lo que no había motivo para la disolución.

El juzgado sin embargo ha dado la razón a Ceber Tauro al señalar que Tauroemoción, del 2016 al 2018, “ha estado incursa en una palmaria situación de desbalance”, por lo que debería haber convocado una junta para ampliar capital o disolver la sociedad. Pero además, apunta el auto que “no resulta la real existencia de tales ingresos y sorprendentes beneficios de la explotación durante el ejercicio 2020”, sumado a “la ocultación de las cuentas anuales del ejercicio 2019”.

A su vez, indica que, pese al capital ampliado, “tiene que enfrentarse a unas reservas también negativas por importe de 185,01 euros y de 508.874,95 euros al cierre del 2018” y, sobre las cuentas del 2020, señala que la empresa se limita “a aportar un extracto del balance final del cierre del ejercicio, sin datos que permitan contrastar dicho documento con los beneficios o pérdidas del ejercicio anterior para cuantificar el real patrimonio neto existente”.

Por todo, acuerda la disolución de la sociedad y la apertura de la fase de liquidación de Tauroemoción y, aunque esta tiene 20 días para recurrir ante la Audiencia Provincial de Madrid, “se llevará a efecto lo acordado”.