Un total de 450 niños y jóvenes de familias de la diócesis de Plasencia recibirán alimentos este año gracias a un proyecto de Cáritas Diocesana de Plasencia que ha aprobado la fundación Inocente y está dotado con 17.000 euros.

El objetivo es ayudar a las familias en riesgo de exclusión social que tienen menores a cargo a que las necesidades nutricionales de estos estén «totalmente cubiertas», según ha explicado Cristina Ureba, coordinadora del área de animación territorial de Cáritas.

Ella ha diseñado el proyecto y se ha mostrado «enormemente agradecida» por su aprobación y por la «sensibilización» de la fundación Inocente con los niños.

Porque esta iniciativa no se centra solo en los productos no perecederos, como los que pueden llegar a las familias a través del Banco de Alimentos, por ejemplo, sino que incluye también los perecederos, como la «carne fresca, el pescado, la fruta», alimentos básicos para los niños, a los que hay que sumar los alimentos y productos de higiene también para los bebés.

El coste económico que estos tienen hace imposible a muchas familias adquirirlos. Porque, sobre todo, los destinatarios de esta ayuda serán grupos familiares que han visto su situación económica afectada o agravada por la crisis del coronavirus.

Aumento de la necesidad

«Ha habido un aumento grande de familias en riesgo de exclusión por el covid», señala Ureba, sobre todo en algunas poblaciones, donde se ha doblado el número. Cáritas hace un seguimiento de las familias y ha detectado ese agravamiento de la necesidad. Por eso ha preparado el proyecto, para «llegar a todas las familias de la diócesis que lo necesiten. Es muy duro ver a niños que no pueden tener los alimentos básicos».

"El fin último es llegar a la problemática de la familia y que salga a flote"

Cristina Ureba - Coordinadora del área de animación territorial de Cáritas Diocesana de Plasencia

Pero además, este proyecto permitirá a Cáritas realizar un nuevo seguimiento e intervenir en el origen de la necesidad y «ser un soporte para salir adelante». Por ejemplo, a través de la promoción social de los padres, de orientación para la búsqueda de empleo. «Si no lo hacemos así, nos quedamos a mitad de camino».

Ureba destaca que esto se consigue a través de un «trabajo en red» con los ayuntamientos, con los trabajadores sociales de los municipios y otros organismos implicados. El fin último es «llegar a la problemática de la familia y que esta salga a flote».