Es un proyecto que lleva años queriendo ejecutar la concejala de Accesibilidad, Mayte Díaz y que devolverá a la plaza de la catedral de Plasencia el aspecto que tenía antes de que a comienzos de los años setenta se construyeran los dos tramos de escaleras de la plaza del seminario y Santa María.

Este año, desaparecerán esas escaleras para transformarse en una cuesta «con los límites que marca la Ley de Accesibilidad, no superior al 8% de inclinación».

Lo ha anunciado el alcalde, Fernando Pizarro, quien ha explicado que se trata de una intervención «muy reflexionada», obra del arquitecto Fernando Serrano y que ayer recibió el visto bueno de la comisión del Plan Especial de Protección del Recinto Intramuros.

Este miércoles, pasará por la comisión de patrimonio de la Junta de Extremadura, que cofinanciará las obras con una aportación de 75.000 euros, mientras que el ayuntamiento pondrá otros tantos en virtud de un convenio. En total, costarán 150.000 euros.

Pizarro ha explicado que el tramo intermedio, donde está situada la fuente, apenas se tocará porque únicamente se eliminarán unos escalones que hay tras la fuente.

Además, ha señalado que, antiguamente, no existía el muro de contención anexo a la Casa del Deán y el proyecto contempla «eliminar parte de ese muro para dar visibilidad al edificio», creando a la vez unas escaleras. No obstante, ha subrayado que la accesibilidad estará garantizada al eliminar los grandes tramos de escaleras.

Catedral

Lo más costoso de la obra será la supresión de las escaleras de entrada al acceso principal de la catedral. El alcalde ha recordado que, en su día, no existían y lo que había era un enlosado del siglo XVI, que se perdió. Ahora se quiere recuperar creando uno con losas de granito de 15 centímetros a modo de rampa.

Las obras deben estar terminadas el 31 de diciembre, por lo que la próxima semana se mostrará el proyecto al vicario de Patrimonio y la idea es licitarlas en junio para adjudicarlas al final del verano. Tienen un plazo de ejecución de tres meses.