Es otra arista, otra consecuencia más de padecer un cáncer, la pérdida de ingresos para el paciente y la familia, que puede conllevar la necesidad de solicitar ayudas. La Asociación Española Contra el Cáncer lo ha podido comprobar, sobre todo el año pasado y este porque, debido a los ERTE fruto de la pandemia, ha aumentado la atención social y el presupuesto para este tipo de necesidades en toda la provincia de Cáceres.

Ignacio Lucero, gerente provincial de la AECC, explica que muchos enfermos de cáncer se han encontrado estos dos últimos años en situación de desempleo. Otros son autónomos o deben pedir bajas laborales y esto también afecta a la familia porque, habitualmente, el familiar más cercano debe acompañar al enfermo y se ve obligado incluso a solicitar una excedencia.

Así, los ingresos económicos se reducen, «pero las facturas siguen llegando, hipoteca, luz...» Hasta un 33% aumentó la atención social prestada por la AECC el año pasado y este año, la previsión es que la necesidad sea «mayor de la esperada».

Por este motivo, si inicialmente, lo que ha venido ofreciendo la asociación ha sido la ayuda a domicilio, en los últimos dos años ha crecido la necesidad de bonos económicos y de alimentación que otros colectivos no pueden ofrecer porque los enfermos de cáncer «requieren unos alimentos específicos», explica.

Por eso los trabajadores sociales están jugando un papel fundamental y por eso, de contar con uno para toda la provincia, se ha pasado a tener dos y la asociación no descarta más contrataciones.

Para eso necesitan financiación y, hoy por hoy, el 52% de sus fondos proceden de socios. En Plasencia se necesitan porque la junta local acaba de constituirse y está arrancando. Basta con acudir a su sede de la calle Carmelitas, 2 para informarse.

Una mujer colabora con la colecta de la AECC. TONI GUDIEL

Además, se puede colaborar como voluntarios, que también se necesitan. Como los que han participado en la colecta con huchas en mesas repartidas por distintos puntos de la ciudad. Toda ayuda es bienvenida, tanto para los enfermos de hoy, como para los del mañana porque la investigación es uno de sus compromisos. «Como mínimo, el 20% de lo que recaudamos lo destinamos a investigación», señala Lucero.

Sumar con la AOEx

En Plasencia, la Asociación Oncológica Extremeña tiene un gran implantación, pero el gerente provincial de la AECC destaca que no son colectivos incompatibles, al contrario. Dado que tienen un fin común, ayudar al enfermo de cáncer y su familia, «lo importante es sumar. Ellos hacen una labor magnífica y se trata de complementarnos. Se puede colaborar con ambas asociaciones».

En la AECC, les recibirán Beatriz Alonso y Laura Torres, ambas psicólogas, que ofrecen prevención, atención al paciente oncológico y también cuidados paliativos pediátricos.

Atienden a personas de toda la provincia, a una media de 70 cada una al mes y destacan que lo que más asusta a los enfermos es «sufrir y morir».

Porque al principio «todo es desconocido, no lo asimilas. Tampoco los familiares saben qué está pasando, ni cómo ayudar al enfermo, es duro para ambos y se necesita apoyo».

Ellas lo ofrecen tanto en el momento del diagnóstico, como del tratamiento, supervivencia y casos de duelo y animan a los afectados a pedir ayuda.