Agustina González Nieto ha sido modista, secretaria, aguadora y la primera locutora de Radio Nacional en Plasencia. Además, como ella misma dice, se ganó el título de enfermera y, en los años 50, tuvo que emigrar a Argentina, donde desarrolló esta profesión. A su vuelta, trabajó durante más de 20 años en el centro de salud Luis de Toro. Este miércoles, a sus 104 años, ha recibido una réplica del azulejo que lucirá en la calle San Ildefonso, dedicada a ella. 

Se lo ha entregado el alcalde, pero ha estado arropada por toda su familia porque, aunque nunca se casó, destaca: «Tengo familia. Soy muy feliz porque todos a mi alrededor me quieren y me respetan».

Agustina, en el centro, rodeada por su familia y junto al alcalde y concejales. TONI GUDIEL

De hecho, para llegar a su edad ella recomienda: «Tener una vida ordenada y pacífica, y estar a bien con todo el mundo, que hay mucho odio por ahí». Agustina no ha perdido el sentido del humor y afirma que «en el valle de lágrimas se está muy requetebién». Incluso, señala que le dice a Dios: «Señor, yo estoy aquí hasta que tú me llames, pero si te olvidas de mí, te lo agradezco infinito».

Fernando Pizarro ha destacado que es una mujer merecedora de la dedicatoria de la calle por su vida «entregada, sencilla, comprometida y generosa». De Agustina destaca que «abrió muchas puertas para lo que en aquel tiempo era difícil, es un referente en muchas cosas, también en la igualdad».

Por eso se ha sumado a las mujeres del siglo XX y XXI «que han hecho algo excepcional» y que ahora tienen dedicadas calles en Plasencia, un proyecto que surgió cuando escolares detectaron que muy pocas calles llevaban nombres de mujer.