El Misterio de la Catedral de Plasencia, el retablo de la Asunción, una importante obra de los hermanos Churriguera, ha contado este año con una gran afluencia de devotos, curiosos y turistas, que se han acercado hasta la seo para contemplar en primera persona a la misteriosa virgen yacente.

El novenario finalizó ayer y la representación de la ‘Dormición de María’ no podrá volver a disfrutarse hasta el año que viene. Pocas tallas existen en España de vírgenes yacentes, ya que la representación de la muerte de la Virgen María es bastante insólita en la iconografía cristiana.

A la talla (datada aproximadamente en 1588) inicialmente se la rindió culto en un pequeño altar, pero la gran devoción popular que despertó llevó al Cabildo a encargar al taller de los Churriguera un retablo-sepulcro en 1724.