El alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, ha criticado el anuncio del vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, sobre la aplicación de cierres perimetrales en localidades de más de 15.000 habitantes, que lo complementará con la restricción de mayor nivel de alerta.

“Hace mes y medio el consejero manifestó públicamente que los cierres perimetrales de las poblaciones con mayor número de habitantes no eran efectivos”, ha señalado el alcalde en referencia a la reunión que mantuvo con Vergeles a principios de julio. “Esto es una prueba de la permanente improvisación de la Junta de Extremadura”, denuncia el regidor.

En aquella reunión de julio, en el salón de plenos del ayuntamiento, se acordó el refuerzo de los controles policiales en el ocio nocturno y más cribados masivos, dirigidos sobre todo a la población joven.

El consejero explicó entonces que no habría cierre perimetral porque "no está demostrado que sirvan" en ciudades grandes, donde hay muchas entradas y salidas, que necesitarían de muchos efectivos para controlarlas. "Si no lo hacemos efectivo, ¿qué validez tiene el cierre perimetral?". Además, subrayó que esto perjudicaría al sector productivo de una ciudad "turística y de servicios". 

Si bien, Vergeles también manifestó entonces que esta situación cambiaría según el nivel de alerta sanitaria y que se cerraría si aumentaran "notablemente" la ocupación hospitalaria y en UCI.

SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

En este sentido, la situación epidemiológica en el Área de Salud de Plasencia sigue arrojando datos muy negativos: ayer registró 119 casos positivos; hay 33 pacientes hospitalizados, cinco de ellos en UCI. Además, se registró el brote (con nueve positivos y 60 contactos), del Centro Sociosanitario de Plasencia, del que se informó el pasado viernes.

Así, dobla los casos registrados a la segunda área de salud más afectada, Cáceres, que ayer notificó 56 casos positivos; tiene 30 pacientes ingresados, tres de ellos en UCI.

SIN EFECTIVOS SUFICIENTES

Pizarro argumenta que “en una ciudad como Plasencia, con el número de efectivos que tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es imposible el control de las entradas y salidas”.

Por otra parte, alude a la condición de Plasencia como “capital económica, sanitaria, social y cultural” y que un cierre perimetral “puede ser un lastre para el desarrollo económico, ya lastrado después de un año y medio de pandemia y de improvisación en la toma de decisión”.

Así, el alcalde subraya que “un cierre perimetral sería cero efectivo y provocaría una situación económica muy difícil para las empresas que ya están sufriendo en estos momentos las medidas adoptadas por el Nivel 3 de alerta sanitaria”.

Por lo que desde el gobierno local “valoramos muy negativamente la posibilidad de que haya un cierre perimetral”.