El concejal de Interior, David Dóniga, acompañado de Enrique Cenalmor, Intendente de la Policía Local, pidió ayer colaboración ciudadana con la aparición de pintadas en la ciudad, no solo en el entorno patrimonial, como las que se han denunciado en la fachada del Convento de las Capuchinas (siglo XVI).

De hecho, la Policía Local busca a dos vándalos que han estampado sus firmas (que responden a los nombres de ‘Cazu’ y ‘Trece’) por muros, fachadas y garajes de la ciudad.

 «Los placentinos víctimas de estas pintadas pueden acudir a la comisaría de policía con una foto para denunciarlo». Con ello, se pretende erradicar «este problema que atenta contra el decoro de nuestra ciudad».

Por su parte, Cenalmor añadió que «es un asunto que nos preocupa, no solo por el daño estético y el coste» que supone para las arcas municipales limpiar estas pintadas, sino también porque «incrementan en el ciudadano la sensación de inseguridad».

EL CASO DE LOKY

Esta petición del consistorio a la ciudadanía no es la primera vez que se produce. En 2015, la policía, tanto la Local como la Nacional, compareció para que Loky , el grafitero más "lesivo" de la ciudad, como lo calificó el ex concejal de Interior, José María Nisa, pagase todos los daños causados en edificios públicos y privados. Por eso, ambos cuerpos instaron a las comunidades de vecinos a través de las asociaciones vecinales a presentar en comisaría fotografías con las pintadas realizadas en sus edificios, para añadirlas a las diligencias y llevarlas al juzgado.

En enero del 2015, la Policía Local pillaba in fraganti al mayor grafitero de la ciudad, de 36 años entonces. Pero Loky volvió a ser sorprendido en marzo de 2016, aunque en aquella ocasión no le achacaban la autoría de pintadas en múltiples edificios de la ciudad; lo que pintó fue una piedra esculpida en el monte Valcorchero.

El pasado mes de enero, el autor de varias pintadas en la muralla medieval y la iglesia de San Nicolás de Plasencia fue condenado a una pena de 15 meses de multa a razón de una cuota diaria de 4 euros, unos 1.800 en total y a abonar 1.637,17 euros al ayuntamiento placentino por los gastos de limpieza.

Los hechos se produjeron durante la nochevieja del año 2018, cuando un joven de 21 años, que era vecino de la localidad de Mengíbar (Jaén), realizó dos pintadas con spray azul en el lienzo de la muralla de la Puerta de Coria y en la fachada de la iglesia de San Nicolás, ambos monumentos ubicados en el casco histórico de la ciudad.