25 cuadrillas (de las 26 inscritas inicialmente) midieron su destreza en el paseo de la Diputación de Malpartida de Plasencia en el transcurso del XXXIV Concurso Nacional de Albañilería Chinato, organizado por el ayuntamiento, con la colaboración de Pymecon, Magenta, la Junta de Extremadura y la diputación cacereña

Los participantes tuvieron cuatro horas, desde las nueve de la mañana hasta la una de la tarde, para recrear el diseño del arquitecto local Alejandro Martín Nolasco, «nieto de los muchos albañiles que tuvieron que abandonar Malpartida y que, junto a su hermano, montaron una empresa de construcción, que demuestra el arraigo del sector en este municipio», en palabras del presidente de Pymecon, Juan Manzano Díaz

La jornada se desarrolló sin sobresaltos, con todas las medidas de seguridad acordes al nivel 3 de alerta sanitaria que pesa actualmente sobre el Área de Salud de Plasencia, y que no han impedido que este año sí se celebre el concurso, aunque no en su fecha habitual de primavera.

Las cuadrillas participantes este año han restringido su amplitud geográfica y se han reducido a Andalucía y la propia región extremeña. Aunque otros años han llegado a inscribirse cerca de 40, en esta ocasión la crisis sanitaria ha mermado ese número a 26, por las restricciones de movilidad que imperan en diferentes localidades del país.

Premiados

Las cuadrillas participantes tuvieron que acudir provistas de herramientas de mano, ya que los medios auxiliares necesarios para la realización de los trabajos fueron facilitados por la propia organización.

Se proclamaron campeones de la prueba Lucio y Raúl Jiménez García de Riolobos, que recibieron el particular y exclusivo trofeo, una replica a escala del primer premio nacional conseguido por dos chinatos: Antonio y Luciano Fernández Vivas.

El segundo puesto fue para la cuadrilla integrada por José Antonio Pereda Núñez y Miguel Ángel Maestre Guerra de Olivenza; y el bronce se lo llevaron Isidoro García Rueda y Antonio Ventura García de La Nava De Santiago. 

Un jurado profesional fue el encargado de evaluar los trabajos, integrado por técnicos del sector y contratistas.

La XXXIV edición, la primera tras el parón por la pandemia, ha contado con una dotación económica de más de 10.000 euros, de los que 4.000 han correspondido a la cuadrilla ganadora. Se trata del único concurso de albañilería de Extremadura que se disputa a nivel nacional y uno de los pocos que se organizan en España; de hecho, está considerado el mejor por muchos profesionales del sector del ladrillo.

El alcalde chinato, Raúl Barrado Módenes, ha mostrado su satisfacción por la recuperación de esta cita nacional: «no queríamos posponerlo un año más, y nos ha sorprendido gratamente que haya 25 cuadrillas concursando pese a que con la pandemia la gente es más reticente a desplazarse».