"Para pasarlo bien una noche de viernes no es necesario ensuciar y convertir las calles en un estercolero". Con estas palabras denunció públicamente el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, el estado en que había amanecido la calle Talavera el sábado por la mañana, llena de manchas de orín, vómito y bebidas.

Por ese motivo, "fue necesario realizar un baldeo extraordinario", que habitualmente se hace los domingos por la mañana, pero que en esta ocasión ha tenido que hacerse el sábado, una vez que los comercios de la calle hubieron cerrado.

Manchas a las puertas de una agencia de viajes. EL PERIÓDICO

El alcalde ha hecho un "llamamiento a la educación y al civismo" para que la imagen no vuelva a repetirse en ninguna calle.

Por otro lado, respecto a actuaciones de la policía durante el fin de semana, además de controles de alcoholemia, ha señalado que se ha propuesto para sanción a un establecimiento hostelero por tener la terraza en funcionamiento y con clientes consumiendo a las dos de la madrugada.