Mandalas de llamativos colores, naturaleza y deporte se han unido en la decoración de un muro de la ciudad deportiva de Plasencia. Cualquiera que lo vea dirá que lo ha pintado un artista, pero en realidad han sido ocho, siete de ellos, personas con enfermedad mental del taller prelaboral de la Fundación Sorapán de Rieros y la octava, su profesora, Marina Palomo, también artista.

El mural, que terminaron el viernes, supone una muestra a gran escala de lo que son capaces de hacer David Morcillo, David Toribio, Aníbal Miguel, Joaquín Hernández, Pablo Punzón, Rafa Sevilla y Fares Rubio. Ese era el objetivo cuando se apuntaron al proyecto de las concejalías de Deportes y Juventud», darles visibilidad para encontrarles un trabajo, que la gente vea que pueden trabajar perfectamente», explica su profesora.

Porque en general, el sector empresarial es reticente a contratar a personas con enfermedad mental, pero Marina defiende que «son totalmente normales y, con la medicación, llevan una vida como los demás».

Con esta iniciativa, han tenido que cambiar sus rutinas para ajustarse a unos horarios. «Es como si fuera a un trabajo», señala uno de los autores, David Toribio. Reconoce que «no pensaba que iba a quedar tan bonito».

A David Morcillo, lo que más le ha gustado es «el compañerismo que hemos tenido» y no duda de que se siente «capaz» de desarrollar un trabajo. Como tampoco Joaquín Hernández, que «nunca había pintado» y ahora está dispuesto a hacer «lo que me echen por delante».

Artistas como Robe y Melendi colaboran

Marina destaca que Sorapán no solo promueve las contrataciones externas y les da apoyo en todo momento sino que cuenta con un centro especial de empleo donde realizan libretas y otros productos con imágenes de artistas como Robe o, el último, Melendi, que se pueden encargar en centroespecialdeempleodedalo.es. «Si nos hacen muchos encargos, también se podría contratar a alguien, aunque sea media jornada, el caso es que tengan un sueldo para poder ser autónomos», subraya.