Un total de 31 mujeres y 25 hombres de la diócesis de Plasencia dedican su vida a la labor misionera. Trabajan para transmitir la palabra de Dios, pero también para hacer llegar la educación y la sanidad a poblaciones pobres. El Obispado ha pedido este viernes dos cosas a los fieles diocesanos, «rezar por la causa misionera» y «ayuda material» en forma de donativos.

Esto último se podrá hacer este domingo, en que se celebra del Día Mundial de las Misiones, Domund. Al igual que sucediera el año pasado, no habrá niños recorriendo las casas o por la calle con huchas y la forma más sencilla d donar será en las misas del día.

Según los datos de Ovidio Delgado, delegado de misiones de la diócesis, el año pasado, se recaudaron 79.363,59 euros, algo menos que en el 2019, que fueron 82.636 euros. No obstante, se ha mostrado «muy contento con las aportaciones porque la bajada ha sido mínima y la colaboración, grande».

José Javier Travieso, obispo del vicariato de San José del Amazonas, en Perú, ha explicado en primera persona dónde llega el dinero que se recauda. En su caso, ha señalado que hay un total de 60 misioneros en una franja de terreno de 155.000 kilómetros cuadrados y 166.000 habitantes. «Viven de las limosnas porque la gente es muy pobre».

Los misioneros sobreviven con cerca de 100 euros al mes y el resto se destina a un hospital y postas médicas y a colegios. «Como una madre quiere a su hijo, hay que quererles en todos los aspectos, darles de comer, educarles, atenderles si están enfermos y responder a sus preguntas para que puedan vivir en plenitud».

¿Cómo? Contando «lo que has visto y oído. La evangelización nace de una experiencia personal y su encuentro con Cristo y tiene que comunicarse a los demás. Hacen falta más testigos», ha subrayado el obispo José Luis Retana