«Brutal, espectacular, una locura, mejor que en Semana Santa». Así califican hosteleros de la ciudad las peticiones y reservas para comer y cenar en sus restaurantes durante el pasado puente festivo. No recordaban algo así ni antes de la pandemia y, de cara a las fiestas navideñas, la mayoría de los consultados está al completo, con alguna cancelación por temor a la variante ómicron del virus, pero no son significativas.

En Los Monges, José Monge explica que, durante el puente, «el teléfono no ha parado de sonar»; han llenado el restaurante hasta con tres días de antelación y, en un solo día, han llegado a rechazar hasta treinta llamadas. De cara a Navidad, han decidido ser «precavidos» y no admitir grupos de más de veinte personas, por si la evolución del virus iba a más. Están llenos, «hasta después de Reyes no hay nada libre ya», explica Monge y los grupos oscilan entre 8 y 14 personas. De momento, no han tenido cancelaciones.

Tampoco en Casa Juan, más bien al contrario. «Hay grupos de más de veinte personas que incluso llaman para decir que van a venir más. La gente no tiene miedo ninguno, al contrario, todos te dicen que están vacunados y, si cogen el virus, no va a ser nada grave», explica Isabel Gutiérrez.

Ella misma ha decidido llamar a los clientes por si alguno se echaba atrás por temor a la variante ómicron, pero nadie lo ha hecho y del puente dice que «como este, ninguno, ha estado prácticamente todo completo».

Pocas anulaciones por la variante ómicron del covid

Lo mismo ha sucedido en el Gredos, donde Antonio Domínguez ha tenido que rechazar hasta a cincuenta clientes en un día porque «no teníamos mesas para tanta gente». En su caso, sí ha tenido alguna anulación «por el miedo al virus», pero aún así, de cara a Navidad, «estamos muy completos. Este año, hay más grupos para las comidas que para las cenas y gente que ha hecho pedidos para que se los llevemos a casa en Navidad». También destaca que «mucha gente viene hablando ya de las Edades del Hombre».

También lo han notado en el restaurante Succo, donde su dueño, David Llorente, califica el puente de «espectacular». Destaca que llevan dando comidas y cenas desde el último fin de semana de noviembre y sí ha notado el temor a la nueva variante del virus, por alguna anulación o rebaja de comensales. No obstante, sigue recibiendo llamadas para Navidades.