Tenía 17 años cuando salió de Plasencia con destino a Madrid para formarse como cantante y hoy, con 45, ha hecho realidad uno de sus sueños, sacar un disco con canciones del poeta Rafael de León (Rocío Durán canta a Rafael de León) tan universales como Ojos Verdes, su primer sencillo, La Zarzamora y María de la O, entre otras.

«Si hubiera tenido que elegir, habría trabajado con las mismas personas», señala la placentina. Alude especialmente al productor del disco, Gonzalo García-Pelayo, productor también de artistas como Labordeta, María Jiménez o José Mercé y a Manolo Toro, que se ha encargado de los arreglos de un disco en el que han participado «más de 30 músicos» y que lleva la copla al año actual, cantada de una forma «más cercana, con mucha ilusión, mucha alma y mucha dulzura, aunque respetando la esencia de la copla».

Esa que escuchaba desde pequeña en su casa gracias a su madre. Porque, aunque su padre también cantaba, su madre era quien ponía en casa a Lola Flores, Concha Piquer, Marifé de Triana o Isabel Pantoja. Después, Rocío descubrió a Rocío Jurado y precisamente, ha estado de gira con un espectáculo de homenaje a la cantante de Chipiona, Rocío por Rocío, tributo a la más grande.

Y es que la placentina no ha parado de cantar y de recorrer España con la copla, desde que empezó en las pequeñas salas de Madrid para pasar después a las grandes. Vive en la provincia de Toledo, donde se siente «muy querida» y ganó un concurso musical de la televisión autonómica y también se considera afortunada por poder vivir de la música.

Ahora está centrada en su disco, con sencillos que irán saliendo en las plataformas digitales, como el primero de Ojos Verdes y después llevará de gira, espera que también a Extremadura, donde le gustaría cantar más a menudo, tanto en su ciudad natal como en un escenario que sueña: «el teatro romano de Mérida»