El 6 de abril, se retomaron las obras de transformación de los antiguos pabellones militares de Plasencia en residencia de mayores. El plazo de ejecución de los trabajos que restaban se fijó en el mismo que cuando empezaron en diciembre del 2018, otros 18 meses, lo que significa que, si como dice el alcalde, Fernando Pizarro, «van a buen ritmo», deberían estar finalizadas en el último trimestre del año.

Pero que la obra esté terminada no significa que Plasencia vaya a contar con el nuevo servicio para los mayores de la ciudad y las comarcas este año porque todavía faltará la dotación del mobiliario y, lo que es más importante y continúa en el aire, la entidad gestora, que será la encargada de contratar al personal necesario y ponerla en marcha.

La residencia de mayores es un mastodóntico proyecto en todos los sentidos, tanto por la envergadura del edificio como por su coste, el mayor cofinanciado con fondos europeos, 3,2 millones, al que después ha habido que sumar otros 467.384 euros por un modificado del proyecto.

Tira y afloja por la gestión de la residencia

Entre medias, en torno a un año de paralización de la obra y un tira y afloja del ayuntamiento y la Junta por su gestión.

Fernando Pizarro siempre ha defendido que la gestión debe asumirla la administración regional a través del Sepad, puesto que este servicio dependiente de la Junta participó en el diseño de la nueva residencia. Además, el alcalde considera que debería formar parte de las 8 residencias medicalizadas que la Junta ha anunciado que construirá en la región para evitar situaciones como la ocurrida con el covid porque precisamente el modificado incluye mejoras en este sentido.

Sin embargo, el pasado mes de septiembre y a preguntas de este periódico, la Consejería de Sanidad señalaba sin ambages que lo que hace la Junta con las residencias de titularidad municipal es «conveniar plazas» porque «las residencias de titularidad municipal las gestionan los ayuntamientos o sacan a concurso su gestión».

No ha habido más manifestaciones de la Junta al respecto, mientras Pizarro ha apuntado que la decisión final la tendrá quien sea elegido presidente regional en las elecciones de mayo del 2023.