La Unidad de Radioterapia del hospital Virgen del Puerto de Plasencia atiende a más de 400 pacientes anuales. Este número «ha ido creciendo de manera progresiva» y se espera «que lo siga haciendo en el futuro». De ahí la necesidad de contar con un nuevo acelerador lineal para los tratamientos, que funcione «como apoyo al actual acelerador».

Así se refleja en la memoria justificativa de la licitación de las obras de un búnker de hormigón y una sala de control para este segundo acelerador. El Servicio Extremeño de Salud tuvo que realizar una segunda licitación, que está a punto de finalizar porque el próximo lunes terminará el plazo de presentación de ofertas y el 3 se marzo se ha convocado la primera mesa de contratación.

Las obras del búnker se adjudicaron ya el año pasado a la empresa CIECA SL. Sin embargo, por voluntad propia no entregó la documentación correspondiente para ser la adjudicataria definitiva. Según explicó entonces Sanidad, fue «un acto de responsabilidad y buenas prácticas empresariales ya que, consciente del incremento de los materiales de construcción en las últimas semanas, la empresa decidió desistir de la adjudicación motivando que el importe de la licitación no cubría el coste real de la obra y podría poner en riesgo la finalización de la misma».

La licitación salió por un precio base de 1.006.778,08 euros, IVA incluido y se adjudicó por 996.709,67 euros, también con impuestos. En esta segunda licitación, las obras han salido por 476.272,71 euros más, es decir, por 1.483.050,79 euros.

Puesta en marcha del acelerador con unos 5 años de retraso

Una vez adjudicadas, la empresa contará con diez meses para llevar a cabo la construcción del búnker y después, se instalará el acelerador lineal, que no empezará a funcionar de inmediato porque habrá un periodo de formación de los profesionales, más la calibración del acelerador y la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear. Con todo, la previsión de Sanidad es que los tratamientos podrían comenzar «entre 8 y 10 meses» después de su instalación, es decir que no llegarán al menos hasta finales del año 2024, un retraso de 5 años respecto a las previsiones iniciales.