En 1997, un grupo de familiares de enfermos de alzhéimer se unieron para buscar recursos y una mejor asistencia para los pacientes. Nació así la asociación Afads-Norte de Cáceres, con sede en Plasencia, que presta una atención integral tanto al enfermo como a su familia. Cumple este año sus bodas de plata y ya ha ayudado a unas 4.000 personas a mantener sus recuerdos.

Actualmente son cinco mujeres las que mantienen la asociación, una trabajadora social, una psicóloga, una terapeuta ocupacional y dos auxiliares de enfermería que se ampliarán a tres el 1 de abril.

Gracias a ellas, cualquier persona con un familiar diagnosticado con deterioro cognitivo podrá encontrar información, asesoramiento, apoyo emocional, gestión de solicitudes de ayudas o recursos para el enfermo y dos recursos propios, un servicio de terapia cognitiva y un centro de día con desayuno, almuerzo, comida y transporte incluido.

Actualmente, son 22 las personas que forman parte del centro de día, distribuidas en dos grupos a cargo de las auxiliares de enfermería. Acuden de ocho a tres y trabajan «la orientación a la realidad, sus datos personales, el tiempo, el lenguaje, el cálculo, la memoria», pero también realizan actividades «más lúdicas», que tienen que ver con la escritura y la música, sin olvidar «la estimulación física», tanto sentados, con aros o pelotas, como con máquinas.

El equipo de mujeres que mantiene Afads-Norte de Cáceres. TONI GUDIEL

Otras 18 personas reciben estimulación cognitiva de la terapeuta ocupacional Cristina Cabrera. Se trata de «terapias para ayudar a ralentizar el deterioro y mantener la autonomía y las capacidades el mayor tiempo posible». Los enfermos reciben sesiones grupales dos veces por semana, que incluyen la atención, la memoria, el lenguaje, actividades con programas informáticos y de orientación a la realidad, dónde viven, quiénes son, unido al ejercicio físico y psicomotriz, de estimulación sensorial, tonificación, elasticidad, sin olvidar el calentamiento y la relajación. 

«Es un tratamiento de atención especializada e integral desde el plano cognitivo, funcional y físico», subraya Cabrera, que no duda en recomendar a las familias el inicio temprano del tratamiento porque «cuanto antes se inicie, más autonomía, más capacidades y habilidades tendrá el enfermo» y esto permitirá «ralentizar el proceso», lo que redundará en una «mayor calidad de vida».

Sin embargo, todavía hay familias que no se atreven a dar el paso de acudir a Afads porque lo consideran demasiado pronto, pero tanto la trabajadora social, María Climent como la psicóloga, Cristina Martín, coinciden con Cabrera en que «cuanto antes, mucho mejor, se ralentiza la evolución» del alzhéimer.

Martín pide también una «derivación más temprana desde el área sanitaria y más difusión de la asociación para poder ayudar a más enfermos y familias. Afads se encuentra en un pabellón de Valcorchero, frente al hospital y su balance de estos 25 años es «bueno, nos hemos ido adaptando a los tiempos, potenciando el área del cuidador y consiguiendo una mayor implicación de los familiares», explica Martín.

Necesitan más financiación

Sin embargo, no quieren quedarse estancados y lo que necesitan es más financiación. Climent lamenta que recibían de 30.000 a 40.000 euros anuales por la convocatoria del IRPF y sin embargo «nos hemos quedado fuera, si no cambia el baremo, estaremos fuera siempre».

Su objetivo no es otro que mejorar la atención, con un fisioterapeuta y nuevas tecnologías con las que motivar a unos enfermos cada vez «más jóvenes y de un mayor nivel cultural».

Narciso Juanals tiene a su mujer en Afads y solo tiene buenas palabras para la asociación: «Son bastante profesionales, a mi mujer le ha venido muy bien y nosotros nos sentimos arropados, siempre puedes contar con ellos»