La frase más repetida en el acto de homenaje al exalcalde de Plasencia Cándido Cabrera fue: «Fue un hombre bueno» y, aunque no era placentino, sino de Talaván, los que le conocieron aseguran que luchó por Plasencia y por revitalizarla tanto que hasta lloró «cuando vio un cartel que ponía Autovía a Plasencia».
La anécdota la recordó Juan Carlos López, uno de los promotores de este acto de reconocimiento póstumo a quien gobernó la ciudad al frente del PSOE entre 1989 y 1995. Junto a López, Blas Raimundo, exconcejal del PSOE, que recordó el acuerdo de gobierno del CDS de José Luis Mariño con el PSOE para que gobernara Cabrera y agradeció la presencia en el acto de representantes vecinales, exediles, ciudadanos y miembros de colectivos de los que Cabrera formó parte.
«Hay que reconocer a los políticos de vez en cuando porque, si no hubiera políticos, no habría democracia», subrayó Raimundo.
Junto a Cabrera trabajó cuatro años Florencio Iglesias, quien subrayó que el exalcalde siempre miró «por el interés de la ciudad por encima de sus propios intereses».
Gonzalo Sánchez Rodrigo recordó su «tesón, valentía e ingenio» y dos de sus grandes logros, el centro universitario y el parador de turismo. Para Federico Suárez, expresidente de la Asamblea de Extremadura, Cabrera fue un político «distinto, no tradicional, no ponía a nadie la zancadilla, no he conocido a nadie como él».
Huellas de Cabrera por toda la ciudad
El actual alcalde, Fernando Pizarro, destacó que «es difícil no encontrase una huella de Cándido Cabrera en Plasencia», entre ellas, San Francisco, la residencia de mayores que ya luce un azulejo en su memoria porque allí llegó de pequeño para vivir con su abuela y lo acabó transformando.
Para sus familiares, su sobrina Gelu Pérez y sus hermanas Rosa y Angelita Cabrera, este homenaje supone «un orgullo y un honor que el esfuerzo que hizo por la ciudad se le haya reconocido. Luchó muchísimo por Plasencia».