María López Pereira es arquitecta técnica y lleva la construcción en la sangre porque su abuelo fue el fundador de la constructora Placonsa. Ahora, con 37 años, es la vicepresidenta de la empresa , un puesto desde el que aspira a renovarla y contribuir a lograr un futuro en el que sus hijas tengan más oportunidades y menos barreras.

Es la primera mujer en Plasencia en lo más alto de una constructora. ¿Se siente una pionera? 

Me siento privilegiada porque esta es una empresa familiar, yo soy arquitecta técnica y he trabajado muchos años como autónoma, pero en la empresa, que es de mi abuelo, se ha producido un cambio generacional y mi entorno ha confiado en mí para que tenga este puesto. Me siento orgullosa, me parece un éxito y muy importante que se le dé visibilidad porque realmente no es lo habitual para una mujer joven.

¿Cómo ha llegado a alcanzarlo? 

Desde que salí de la carrera, he sido autónoma y he trabajado como arquitecta técnica. Después, entré en la empresa y era consejera en el consejo de administración, pero sin responsabilidad. 

¿Ha tenido que derribar barreras, demostrar su valía o soportar malos gestos o críticas? 

Mi entorno cercano de hombres me han apoyado incondicionalmente, pero me he encontrado con otro entorno donde he tenido que demostrar y la primera impresión es oye tú demuéstrame lo que vales y luego ya hablamos y críticas por supuesto, por ser mujer, porque no vales tanto, pero a lo largo de toda mi carrera. He visto cómo me preguntaban dónde estaba el jefe de obras y era yo. Ahora se están produciendo cambios en la empresa, hay otra consejera, la nueva gerente es mujer, estamos intentando adecuar la empresa a la nueva realidad y evolucionar y dejar mitos de lado.

¿Qué puede aportar una mujer en el sector? 

Yo soy partidaria de no hablar solo de este sector. A nivel general, las mujeres tenemos más empatía, trabajamos muchísimo mejor en equipo, somos más dialogantes... Creo que nos tendrían que dar muchísimas más oportunidades en puestos directivos porque podríamos llevarlos mucho mejor que los hombres.

¿Cree que influye el hecho de tener hijos? 

Hay muchas mujeres a las que les ha penalizado, en las entrevistas te preguntan si tienes cargas familiares, pero los hijos no son cargas. Obviamente, hay que dar una mínima conciliación, pero no depende solo de la empresa. En mi casa somos equipo y aquí no he tenido ningún problema con mis hijas, pero hay compañeras a las que les es imposible conciliar y no lo entiendo. Una de mis metas es aportar esa conciliación, yo no quiero que estén ocho horas sentados en una silla, sino que desarrollen su trabajo y la conciliación es muy positiva para el trabajador, porque le das una confianza y una libertad que te va a devolver.

«Por supuesto que he recibido críticas por ser mujer y me han preguntado dónde estaba el jefe de obras cuando el jefe era yo»

¿En qué situación se encuentra ahora el sector? 

Estamos en un momento muy dulce, hay muchísima demanda y estamos evolucionando muy bien, poco a poco, aunque tenemos que ir a una construcción más sostenible. Pero por otro lado tenemos dos problemas, los precios de los materiales y que la mano de obra es muy escasa. No tenemos electricistas, fontaneros, albañiles no hay...

¿Cuál sería la solución? 

Creo que va a ir empeorando y para mí es muy interesante ahora implantar nuevas técnicas constructivas, investigar materiales más prefabricados, buscar soluciones donde no se necesite tanta mano de obra y se base en una construcción más en bloques, más mecanizada. Ahora seguimos construyendo como hace 40 años.

¿Qué opina de ofrecer una formación más especializada? 

Creo que la sociedad tendría que plantearse ofrecer esa formación a nivel generalizado porque son oficios que van a desaparecer. Dentro de unos años no vamos a tener fontaneros, pero las viviendas se van a seguir construyendo. 

¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres en la construcción y qué podría hacerse para atraerlas? 

Creo que es un problema cultural y de educación. Es un mundo que no nos enseñan, se lo ofrecen a los hombres y muchas mujeres no lo conocen. No conozco a ninguna mujer fontanera ni electricista. Yo les diría que no tengan miedo que, si les gusta vengan que estamos igualmente capacitadas para este tipo de trabajos. 

¿Qué proyectos tiene en mente? 

Tenemos promociones de viviendas en Plasencia y Cáceres, obra pública y privada y para mí es muy interesante investigar en una construcción más sostenible y respetuosa con el medioambiente. Aplicar el reducir, reutilizar y reciclar a la construcción.

¿Qué futuro le espera al sector? 

Creo que será bueno y va a alcanzar los años maravillosos que tuvimos, pero tenemos que buscar un equilibrio y ser conscientes de la construcción que vamos a hacer a partir de ahora. Creo que con la pandemia la sociedad ha cambiado y los diseños deben cambiar, espero que vayamos a mejor.

¿Qué futuro le gustaría para sus hijas? 

Me gustaría que eligieran lo que les gusta sin encontrarse ningún problema ni diferencia de género porque creo que es un absurdo.