Más de la mitad de las palmeras que tenía el palmeral del parque de San Calixto ya no existen. Solo queda su base. La UTE de Jardines ha cortado todas las que estaban afectadas por la plaga del picudo rojo, un total de 9, después de que los tratamientos establecidos no hayan funcionado. Quedan ocho en pie.

No son las únicas porque se van a cortar todas las afectadas por el picudo. Ya se ha hecho también en la zona del Cristo de las Batallas. Según ha informado el ayuntamiento, “primero se quitaron las palmeras que tenían problemas de estabilidad, ahora se están quitando aquellas que eran estables pero al haber sido afectadas por un parásito pueden llegar a desarrollar problemas en la biomecánica de la madera”.

Una vez cortadas, se trasladan a la finca Capote, donde se entierran como ya se hizo con otra tanda de palmeras en el año 2020. El ayuntamiento ha señalado que no tiene aún el número exacto de palmeras que se van a cortar, pero serán “todas las que están afectadas por el picudo”.