Pavlo, de 9 años y sus hermanos Bogdan de 16 años, Katia de 12 y Sofía de 8 estaban en un sótano con sus abuelos, al norte de Kiev, esperando a su madre, que escapó de otra ciudad ucraniana para ir a buscarles y salir del país. Por fin lo han conseguido.
«Por fin son libres, por fin han dejado atrás su agujero salvador, por fin pueden dormir esta noche sin ruido de bombas y sin olor a pólvora. Y, sí, por fin, pronto podremos abrazarles». Son las palabras del que ha sido su padre de acogida durante varios años, Juan Jesús Arribas.
"Por fin son libres, por fin han dejado atrás su agujero salvador, por fin pueden dormir esta noche sin ruido de bombas y sin olor a pólvora"
Destaca que han pasado muchos días «de incertidumbre, dolor, desvelos, ilusiones y llantos, muchos llantos» y ahora por fin, sus lágrimas y las de su mujer, Guadalupe Campos, «son de alegría». Porque hace diez días no sabían si el pequeño y su familia acabarían en una cuneta y ahora ya respiran tranquilos al saber que han llegado a Polonia.
Según señalan, el miércoles emprenderán el viaje en autobús con destino a Madrid, donde llegarán el viernes por la noche o el sábado y la próxima semana «ya los tendremos aquí».
Arribas señala que se quedarán en una casa que les han cedido y que ya les ha buscado trabajo tanto a la madre como al hermano mayor porque «queremos que puedan ser independientes».
Quedan 14 niños por traer de Ucrania
No saben aún si llegará otra madre con su hija a Plasencia, pero ellos seguirán trabajando desde la oenegé Infancia de Nad para traer a niños que tienen familias de acogida. «Nos quedan 14 por traer», apunta.
A esto destinarán los 15.658,29 euros que han conseguido recaudar con distintas iniciativas y donaciones de ciudadanos y empresas a fecha 3 de abril. Su agradecimiento es máximo y recuerdan que, quien lo desee, puede seguir colaborando aportando donaciones a su número de cuenta o participando en acciones solidarias, como el torneo de pádel que tendrá lugar este fin de semana en Plasencia.
Llegan 25 al albergue
Mientras, a través de una iniciativa particular que respalda el ayuntamiento, este lunes por la noche han llegado al albergue de San Gil otros 25 ucranianos, 17 adultos y 8 niños, que llegaron en tren a Cáceres y de ahí en autobús al albergue. Raquel Muñoz, una de las responsables de su llegada, explica que se necesitan familias de acogida para que su estancia en el albergue sea lo más breve posible y ofertas de trabajo para que puedan lograr su independencia.