El pasado mes de marzo se ponían en marcha las obras de conversión del centro de menores de Valcorchero de Plasencia, ubicado frente al hospital, en Centro de Recuperación Zagal (CEREZA) para menores con problemas de conducta de la región. Dado que la actividad se mantiene con trabajadores y residentes funcionando como «recurso de convivencia en grupo educativo», unos y otros han tenido que ser reubicados «a zonas habilitadas para ellos».
Porque la intención de la Junta de Extremadura es que se puedan compaginar las obras con la actividad del centro y, de esta forma, a medida que se vayan terminando espacios, se volverán a trasladar a estos y así «iremos acotando nuevas zonas de ejecución para que las obras afecten lo mínimo posible», ha explicado el jefe de servicio de Obras de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, Jorge Rebollo.
Respecto a la marcha de los trabajos, estos se adjudicaron a la empresa placentina Araplasa por 8.818.585,85 euros IVA incluido y, de momento, «no hay ningún retraso, no se han producido paradas», afirma Rebollo.
Señala no obstante que la subida de precios de los materiales «afecta», pero recuerda que la Junta ha hecho «revisiones de precios extraordinarias» y, hasta la fecha, «el contratista no ha planteado problemas».
De todas formas, tampoco han necesitado muchos materiales porque lo que se ha hecho en estos dos meses son demoliciones de pabellones y desescombros, además de la reubicación del personal y los residentes.
Porque la empresa tiene dos años de plazo de ejecución, con lo que hasta marzo del 2024, si se cumplen los plazos, no abrirá el nuevo servicio, en principio con 20 usuarios, según ha señalado el consejero del área, José María Vergeles, que ha destacado que el centro será «referencia regional y nacional en el abordaje terapéutico de las alteraciones de conducta en niños y niñas».
