Tras dos años de pandemia, Plasencia ha vuelto a recuperar la normalidad con su tradicional y único mercado que se celebra el primer martes del mes de agosto, el Martes Mayor. Una fiesta declarada de Interés Turístico Regional, que remonta sus orígenes a los primeros mercados que concedían los reyes a las ciudades en la Edad Media al ser un cruce de caminos como era el caso de la ciudad de Plasencia.
Este año ha sido un martes multitudinario aunque con los horarios completamente modificados debido al excesivo calor.
A partir de las diez de la noche del Lunes Menor, los placentinos y visitantes se acercaban a dar una vuelta por los puestos, escuchar las actuaciones musicales, montar a los niños en las atracciones de madera, degustar los productos típicos en la prueba de alimentos que se hacía en la Edad Media, y disfrutar de la hostelería de la ciudad. El Martes Mayor también llenaron las calles y plazas del centro, especialmente a partir de las tres de la tarde, cuando daba comienzo la música y los bares habían colocado las barras fuera y zonas de sombra para que las altas temperaturas no impidieran vivir esta fiesta que tiene una seña de identidad con nombre propio.
Fernando Pizarro, alcalde de Plasencia apunta que «celebramos la esencia de nuestra ciudad como sede comercial, nuestras tradiciones, folclore, trajes regionales, y la manera de vivir con intensidad el pueblo de la Alta Extremadura».
Estas tradiciones se han querido reflejar en los concursos de tamborileros, de alimentación y de cerámica, cuyos ganadores se pueden consultar en el siguiente enlace:
